Ante la enorme preocupación que ha despertado en el sector agrario aragonés la falta de precipitaciones y la escasez de reservas hídricas, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, ha comenzado una ronda de conversaciones con los representantes agrarios para estudiar y diseñar medidas que contribuyan a aliviar una sequía que los agricultores ya auguran «más grave que la de 2005».

Los regantes fueron ayer los primeros en expresar sus demandas a Lobón. En esta primera reunión, el presidente de la Federación de comunidades de regantes de la cuenca del Ebro, César Trillo, trasladó al consejero la necesidad de demandar al ministerio del ramo no solo un decreto de sequía sino también la ejecución de unas obras de emergencia que podrían paliar la sequía que ya sufre Aragón.

Lobón reconoció que existen dos tipos de sequía, una climatológica «que ya está aquí» y otra estructural «que es consecuencia de la regulación ausente», dijo el consejero. Por eso, el titular aragonés de Agricultura aseguró que se va a enviar al Gobierno central un listado de «medidas urgentes y necesarias», en el que se incluirá la necesidad de acelerar aquellas obras más imprescindibles del Pacto del Agua.

Tras este primer encuentro, Lobón mantendrá reuniones con las organizaciones agrarias. Hoy lo hará con Asaja, que como adelantó ayer su portavoz, Fernando Luna, pedirá también ayudas para los cerealistas de secano y para la ganadería. Mañana se reunirá con Araga y UPA, mientras que no será hasta el 1 de febrero cuando se entreviste con la mayoritaria UAGA. Después decidirá si convoca la Mesa de la Sequía.