El diciembre más seco de los últimos 15 años retrata el visible cambio climático

Mar, 10/01/2012

La Opinión. El Correo de Zamora

La fuerte sequía deja ya ver los restos del accidente que en 1964 hizo precipitarse hasta nueve vagones al embalse del río Esla por el imponente puente Martín Gil. El tren de mercancías procedía de Orense y llevaba una carga pirotécnica que, sin saber aún cómo, saltó por los aires y se llevó la vida de un operario. En las épocas estivales, es habitual ver emerger a la superficie el amasijo de hierros y madera de los vagones. Lo que no es tan habitual es percibir el recuerdo de aquel misterioso accidente en los meses invernales, cuando las lluvias son más habituales.

El pasado diciembre solo dejó 4,12 litros por metro cuadrado de precipitaciones, cuando la media para el último mes del año en la provincia está en 44. Los registros retratan el diciembre más seco de los últimos quince años y la comparativa de lluvias de este periodo muestra una clara tendencia a la baja, visible ante los ojos de los ciudadanos, particularmente los del medio rural gracias a su cercano contacto con el medio natural. Mientras, la temperatura fue de 5,4 grados centígrados de media. Caída de las precipitaciones y subida del mercurio son las dos tendencias contrapuestas que definen los pilares del incipiente cambio climático que, según los expertos, irá avanzando de aquí al próximo año 2100.

Hace un semestre, el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino realizó una proyección de datos para el presente siglo. De un lado, los gráficos mostraban una caída sostenida de las lluvias, que en la provincia ya se deja ver en manantiales y cuencas. «En la comarca de Sayago se percibe fácilmente cómo el agua es más escasa y ya no corre», explica Juan José Encalado, miembro de la Asociación Zamorana de Ciencias Naturales. «Los cadozos tampoco tienen los niveles de agua que tenían hace unos años», añade el naturalista.

La secuencia histórica de precipitaciones en la provincia muestra una década con menos lluvias que la pasada, pese a que los últimos años habían contribuido a llenar los embalses de una manera notable. En cuanto a las temperaturas, la tendencia al alza no se ve tan clara en los registros, aunque es necesario tener en cuenta un dato importante. «Medio grado de incremento en la media de las temperaturas produce un cambio brutal en el medio», explica Ramos Encalado, quien advierte de los «duros efectos» que tendría un ascenso de unos dos grados centígrados para todo el continente. El pasado mes de diciembre mostró cómo los registros de mercurio más altos se mantenían, si bien los mínimos estaban un grado por debajo.

Las percepciones del cambio climático resultan del cruce de datos de diversa naturaleza, aunque quienes más saben de esto es la propia fauna. «Hemos notado cómo las aves migratorias establecidas en el norte de Europa cada vez bajan menos porque el verano se prolonga y no tienen necesidad de venir», explican desde la asociación, que recuerda las leyes naturales: «Los huecos que dejan unos, los ocupan otros».

La sequía devuelve a la superficie los restos del tren precipitado al embalse del Esla hace casi medio siglo Comportamiento pasado y proyección del presente siglo.

Precipitaciones máximas (l/m Temperatura media (ºC) de la última década ) en diciembre Castilla y León, de aquí a 2100 Previsiones regionales del siglo XXI.

Las temperaturas subirán hasta 2100

La presente década es más seca que la anterior, como se aprecia en los gráficos comparativos. Es preciso tener en cuenta que el cambio climático baraja periodos temporales muy amplios, aunda de las lluvias, percibida por la flora y la fauna en la provincia. do. Un cambio de medio grado trae consecuencias muy grandes. En la región, se percibe el incremento estimado por los expertos.