Emaya necesita 122 millones para poner a punto la red de suministro de agua
Vie, 09/12/2011
Un análisis sobre la situación de la red de suministro de agua potable realizado por los actuales responsables de la Empresa Municipal d'Aigües i Clavegeram (Emaya) ha puesto al descubierto que la compañía necesita invertir en los próximos ocho años 122 millones si quiere garantizar la calidad del servicio que presta.
El presidente de Emaya y teniente de alcalde de Medio Ambiente, Andreu Garau, explica que sólo en la renovación urgente de 44 kilómetros de tubería de agua potable de los 1.085 existentes se precisan 20 millones de euros, a razón de 2,5 millones anuales en los próximos ocho años. Las mayores dificultades en cuanto a la obsolescencia de la red de suministro se dan en las barriadas del Eixample, es Coll den Rabassa, Can Pastilla y s'Arenal, entre otras.
Pese a la antigüedad de buena parte de la red, se pierde un 18 por ciento del agua que se suministra, un porcentaje que no es considerado especialmente importante. No obstante, Garau matiza que se trata de una media, lo que significa que en determinados tramos o zonas apenas se producen pérdidas, mientras que en otros el volumen de agua que se queda por el camino y no llega a los domicilios particulares supera con creces el porcentaje citado.
En otros casos la renovación se debe realizar no por la antigüedad de la red, sino porque el diámetro de las tuberías no es suficiente para que la presión sea la adecuada para dar un buen servicio.
Es este último caso es preciso renovar otros 24 kilómetros, lo que significa una inversión de 10 millones más. Pero los problemas no sólo se dan en la red de suministro, sino que también se presentan en la de transporte. Es decir, en las conducciones e instalaciones por las que llega a la ciudad el agua almacenada en los embalses de Cúber y el Gorg Blau.
Se trata de una canalización de 50 kilómetros de longitud con una antigüedad media de 40 años, cuya renovación y puesta a punto requiere otros 40 millones. Garau indica que lo ideal sería proceder a cambiar 10 kilómetros anuales, lo que supondría una inversión de 8 millones al año por este concepto.
El estado de los depósitos reguladores de Son Anglada es otra asignatura pendiente de la empresa. En este emplazamiento Emaya dispone de tres grandes contenedores de agua capaces de albergar 100.000 metros cúbicos. Dos de ellos se construyeron en 1970 y el tercero en 1985. No obstante, de los tres, uno está fuera de servicio, otro pendiente de intervención y el único que se utiliza en estos momentos también tiene importantes carencias. La renovación de estos depósitos precisa de una inversión de 7,5 millones a razón de 2,5 cada uno.
También se pretende invertir 10 millones en el tratamiento del agua de las fuentes, puesto que son un importante recurso de abastecimiento para la ciudad. Se pretende construir dos grandes depósitos, que permitirían suministrar 8 hectómetros cúbicos anuales.
Asimismo, se precisa de una intervención, valorada en 2 millones, para la renovación del equipo electromecánico de la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Lloseta. Se trata de unas instalaciones construidas en 1970 con el fin de potabilizar el agua de los embalses.
Por lo que se refiere a los embalses de Cúber y Gorg Blau también se precisa adaptar su estructura electromecánica a las necesidades actuales, lo que supondrá otros tres millones. Igualmente, se debe proceder a la separación del agua residual de la pluvial y renovar urgentemente 45 kilómetros de la red de alcantarillado.
Renovación urgente
Emaya precisa renovar con urgencia 44 kilómetros de la red de suministro de agua potable de los 1.085 kilómetros totales de tubería existentes. Para ello se necesita una inversión de 20 millones en los próximos ocho años. Los 50 kilómetros de tubería de los embalses tienen una antigüedad media de 40 años. Se requieren 40 millones para su renovación. Se indica que lo deseable sería actuar en 10 kilómetros anuales en los próximos ocho años. Depósitos reguladores obsoletos De los tres depósitos de Son Anglada, sólo funciona uno y con importantes deficiencias. Su renovación supone una inversión de 7,5 millones.
El presidente de Emaya y teniente de alcalde de Medio Ambiente, Andreu Garau, explica que sólo en la renovación urgente de 44 kilómetros de tubería de agua potable de los 1.085 existentes se precisan 20 millones de euros, a razón de 2,5 millones anuales en los próximos ocho años. Las mayores dificultades en cuanto a la obsolescencia de la red de suministro se dan en las barriadas del Eixample, es Coll den Rabassa, Can Pastilla y s'Arenal, entre otras.
Pese a la antigüedad de buena parte de la red, se pierde un 18 por ciento del agua que se suministra, un porcentaje que no es considerado especialmente importante. No obstante, Garau matiza que se trata de una media, lo que significa que en determinados tramos o zonas apenas se producen pérdidas, mientras que en otros el volumen de agua que se queda por el camino y no llega a los domicilios particulares supera con creces el porcentaje citado.
En otros casos la renovación se debe realizar no por la antigüedad de la red, sino porque el diámetro de las tuberías no es suficiente para que la presión sea la adecuada para dar un buen servicio.
Es este último caso es preciso renovar otros 24 kilómetros, lo que significa una inversión de 10 millones más. Pero los problemas no sólo se dan en la red de suministro, sino que también se presentan en la de transporte. Es decir, en las conducciones e instalaciones por las que llega a la ciudad el agua almacenada en los embalses de Cúber y el Gorg Blau.
Se trata de una canalización de 50 kilómetros de longitud con una antigüedad media de 40 años, cuya renovación y puesta a punto requiere otros 40 millones. Garau indica que lo ideal sería proceder a cambiar 10 kilómetros anuales, lo que supondría una inversión de 8 millones al año por este concepto.
El estado de los depósitos reguladores de Son Anglada es otra asignatura pendiente de la empresa. En este emplazamiento Emaya dispone de tres grandes contenedores de agua capaces de albergar 100.000 metros cúbicos. Dos de ellos se construyeron en 1970 y el tercero en 1985. No obstante, de los tres, uno está fuera de servicio, otro pendiente de intervención y el único que se utiliza en estos momentos también tiene importantes carencias. La renovación de estos depósitos precisa de una inversión de 7,5 millones a razón de 2,5 cada uno.
También se pretende invertir 10 millones en el tratamiento del agua de las fuentes, puesto que son un importante recurso de abastecimiento para la ciudad. Se pretende construir dos grandes depósitos, que permitirían suministrar 8 hectómetros cúbicos anuales.
Asimismo, se precisa de una intervención, valorada en 2 millones, para la renovación del equipo electromecánico de la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Lloseta. Se trata de unas instalaciones construidas en 1970 con el fin de potabilizar el agua de los embalses.
Por lo que se refiere a los embalses de Cúber y Gorg Blau también se precisa adaptar su estructura electromecánica a las necesidades actuales, lo que supondrá otros tres millones. Igualmente, se debe proceder a la separación del agua residual de la pluvial y renovar urgentemente 45 kilómetros de la red de alcantarillado.
Renovación urgente
Emaya precisa renovar con urgencia 44 kilómetros de la red de suministro de agua potable de los 1.085 kilómetros totales de tubería existentes. Para ello se necesita una inversión de 20 millones en los próximos ocho años. Los 50 kilómetros de tubería de los embalses tienen una antigüedad media de 40 años. Se requieren 40 millones para su renovación. Se indica que lo deseable sería actuar en 10 kilómetros anuales en los próximos ocho años. Depósitos reguladores obsoletos De los tres depósitos de Son Anglada, sólo funciona uno y con importantes deficiencias. Su renovación supone una inversión de 7,5 millones.