Las últimas lluvias dañan el escudo de cerámica del cauce del río Segura
Mié, 30/11/2011
Forma parte de la estampa más típica de Orihuela porque la imagen encierra alguno de sus patrimonios más característicos: el río Segura, la catedral, el seminario,... pero desde ayer los oriolanos que se acerquen a ver esta típica fotografía van a encontrar que el escudo de cerámica que coronó uno de los proyectos de mejora más importantes de la ciudad ha quedado bastante deteriorado al punto de que la afea.
La fuerza del agua ha sido de tal magnitud durante las dos últimas semanas -hacía más de ocho años que el Segura no traía tal cantidad de agua y debido a las fuertes lluvias en la región de Murcia- ha arrancado literalmente piezas enteras, algunas de las cuales aún se podían ver en el mismo cauce desperdigadas, aunque la mayoría se han perdido río abajo.
Baldomeras Ayer, precisamente, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) se encontraba realizando un trabajo a fondo para retirar las cientos de baldomeras que, arrastradas desde el curso arriba de Orihuela se habían ido quedando enganchadas en diversos puntos del casco urbano y en las tomas de las acequias. El hecho de que se haya dado por concluido este episodio de fuertes trombas ha recomendado al organismo de cuenca comenzar a retirar cualquier resto que pueda entorpecer el paso del agua.
El escudo fue colocado a mediados de los años 90, dos años después de que el Ministerio de Medio Ambiente diera por concluidos los trabajos de encauzamiento del río Segura a su paso por Orihuela y como colofón a las reivindicaciones vecinales por el mal olor de las aguas que se estancaban. Según recordaban ayer en Orihuela, el escudo se ubicó al mismo tiempo que se colocó la tubería procedente de la depuradora que tenía que mantener un caudal suficiente en el Segura para que los malos olores desaparecieran. Hasta ese instante, el río llevaba durante la sequía tan poca agua y de tan mala cantidad que los olores se filtraban por todos los rincones. Precisamente, esta toma se encuentra debajo del Puente Nuevo, debajo de los azudes de reparto del agua.
La fuerza del agua ha sido de tal magnitud durante las dos últimas semanas -hacía más de ocho años que el Segura no traía tal cantidad de agua y debido a las fuertes lluvias en la región de Murcia- ha arrancado literalmente piezas enteras, algunas de las cuales aún se podían ver en el mismo cauce desperdigadas, aunque la mayoría se han perdido río abajo.
Baldomeras Ayer, precisamente, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) se encontraba realizando un trabajo a fondo para retirar las cientos de baldomeras que, arrastradas desde el curso arriba de Orihuela se habían ido quedando enganchadas en diversos puntos del casco urbano y en las tomas de las acequias. El hecho de que se haya dado por concluido este episodio de fuertes trombas ha recomendado al organismo de cuenca comenzar a retirar cualquier resto que pueda entorpecer el paso del agua.
El escudo fue colocado a mediados de los años 90, dos años después de que el Ministerio de Medio Ambiente diera por concluidos los trabajos de encauzamiento del río Segura a su paso por Orihuela y como colofón a las reivindicaciones vecinales por el mal olor de las aguas que se estancaban. Según recordaban ayer en Orihuela, el escudo se ubicó al mismo tiempo que se colocó la tubería procedente de la depuradora que tenía que mantener un caudal suficiente en el Segura para que los malos olores desaparecieran. Hasta ese instante, el río llevaba durante la sequía tan poca agua y de tan mala cantidad que los olores se filtraban por todos los rincones. Precisamente, esta toma se encuentra debajo del Puente Nuevo, debajo de los azudes de reparto del agua.