Murieta se prepara para las crecidas del invierno con una limpieza del río

Mié, 30/11/2011

Diario de Navarra

Desde la semana pasada los vecinos de Murieta han dado un respiro de alivio al ver concluida una de las tareas más urgentes, la de la limpieza del cauce del río Ega a su paso por el municipio, en el que se habían formado grandes isletas que acumulaban una extraordinaria cantidad de vegetación. Tanto, que aguas abajo del puente la maleza impedía ver el cauce, como se aprecia en las imágenes. En un año hidrológico más seco de lo habitual el estado del río no ha sido fuente de problemas, pero había prisa por atajar las posibles consecuencias cuanto antes. El primero en recoger el guante fue el concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Ángel Luis Maeztu Fernández, que ha supervisado los trabajos que fueron adjudicados a la empresa Fermín Osés. "Hubiéramos querido que la obra fuese más ambiciosa y que hubiese incluido una nueva escollera aguas abajo del puente, pero al final ha habido que ajustar el presupuesto", explicaba el edil. El primer proyecto ascendía a 8.000 euros, que al final se han quedado en unos 5.200, que recibirán unas ayudas del 70% de Medio Ambiente.

La limpieza, que se ha desarrollado a lo largo de dos semanas, se ha repartido en dos secciones, una aguas arriba del puente de Abaigar, junto al polideportivo Ezpeldoia y otra aguas abajo, que es precisamente la que más riesgo presentaba, puesto que el caudal apenas tenía un estrecho pasillo de medio metro para pasar. Cada tramo ha costado mil y 4.200 euros respectivamente. Durante las labores también se han talado algunos chopos en mal estado. El volumen de tierra, grava y sedimentos acumulados dentro del cauce ha sorprendido a todos. "La empresa sacó al menos unos 100 camiones grandes, miles de metros cúbicos. Resultaba impresionante, la verdad", admite el concejal. Ahora, por el contrario, el río está completamente nivelado y sin obstáculos en toda su anchura, lo que hace muy difícil que haya inundaciones aunque se produzcan fuertes crecidas este invierno.

Una vez abordada la labor esencial, se espera tramitar a comienzos de 2012 la escollera que ha quedado pendiente aguas abajo. "Se trata de una zona que el agua tiende a erosionar, lo que provoca la caída de algunos chopos. Estamos pensando en colocar una escollera de las de madera, que tienen un aspecto más natural y facilitan la revegetación", explicó Maeztu.