Parecía que todo estaba hecho para sacar adelante uno de los dos convenios que el Ayuntamiento tiene pendientes de firmar con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), para determinar las mejoras que la ciudad recibirá a cambio de que el AVE la cruce. Pero no fue así. El concejal de Infraestructuras, Pablo Vidal, mantuvo ayer a mediodía un encuentro con representantes de la empresa dependiente del Ministerio de Fomento, supuestamente para rubricar el acuerdo, aunque finalmente la decisión se pospuso a falta de algunos matices a realizar en el convenio.

El acuerdo al que tiene que llegarse con el departamento municipal de Infraestructuras concierne a las obras suplementarias que Fomento debe realizar en el municipio, en especial la canalización de aguas pluviales que permita que el agua de lluvia se evacue hacia el Segura en caso de que caiga de manera torrencial y así evite la inundación tanto de las futuras vías de la alta velocidad, que pasarán bajo tierra en una trinchera, como de las propias calles de la ciudad.

De este modo se tienen que canalizar las pluviales en todo el entorno ferroviario, es decir, en el barrio de Las Monserratinas, pero la pretensión es que también se incluya la zona natural de expansión del casco urbano, en dirección sur (Hurchillo y Arneva), para que estas infraestructuras ya queden previstas de cara a la futura aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Así las cosas, las conversaciones que se mantienen van encaminadas a lograr que sea Adif quien sufrague estos trabajos para prever el futuro desarrollo, y sobre todo, para evitar inundaciones en la ciudad a causa del paso del tren de alta velocidad, unas obras necesarias para garantizar los intereses de crecimiento del municipio y que afecta a todo el tramo urbano de la infraestructura ferroviaria, es decir, desde el Puente de Hierro situado sobre el Segura a la altura de la Jefatura de la Policía Local, hasta el paso elevado que comunica el casco urbano con Arneva.

Fuentes municipales indicaron que el convenio se firmará en los próximos días, y se espera que no se demore más por el interés de ambas partes en cerrarlo, ya que mientras que no estén todos los extremos acordados, el Ayuntamiento no tiene intención de dar los permisos necesarios para la ocupación de dos carriles de la Avenida Marqués de Molins por las obras, carriles que ocupará la vía provisional del cercanías mientras que duren los trabajos.

El segundo convenio que está pendiente de firmar es el del desarrollo de la superficie de la losa que tapará las vías del tren una vez que estén finalizadas las obras, y que tampoco debe demorarse demasiado. Mientras tanto, la actividad sigue su curso en las inmediaciones de la estación intermodal y ayer eran muchos los que, además de esperar el tren en los andenes junto a las vías, no querían perderse el trabajo de las máquinas en la construcción de la trinchera bajo la que pasará el AVE. Dos grandes máquinas trabajaban en las inmediaciones del edificio principal de la estación, con unas excavadoras que sacaban, en el caso de ayer sobre todo barro, del subsuelo.