El informe de oportunidades de inversión que se presenta a continuación, trata sobre el sector del agua en Marruecos y sobre las oportunidades de inversión en el mismo. Este estudio presenta la situación hidrológica en Marruecos, así como los diferentes elementos de la gestión del agua potable, el saneamiento líquido, la desalación y el tratamiento de aguas residuales.

Se hace especial hincapié en el complicado equilibrio entre recursos y necesidades hídricas y financieras. Se analizan, también, las diferentes políticas llevadas a cabo por parte de las autoridades marroquíes para hacer frente a este déficit hídrico.

La nueva legislación en materia de agua propone una nueva visión del sector del agua gracias a la introducción de un enfoque integral, participativo y enfocado al control de la demanda.

Este enfoque es esencial puesto que el equilibrio entre recursos y necesidades hídricas es débil, la sobreexplotación de las capas subterráneas es un hecho y los esfuerzos de saneamiento líquido suponen un reto en la gestión integral del ciclo del agua.

La situación actual de las aguas residuales y su gestión se enfrenta en Marruecos a serios problemas. No ha habido interés por la gestión de estas aguas hasta una época reciente.

Debido al aumento constate de la población, el cambio en los hábitos de consumo y una estructura industrial cada vez más compleja, la cantidad de aguas residuales no deja de crecer. La nueva Carta para el Medio Ambiente impulsada por Marruecos pretende acabar con este problema obligando a las empresas y ayuntamientos a tratar estas aguas antes de devolverlas a los ríos, al Mediterráneo o al Océano Atlántico donde han sido, hasta ahora, arrojadas sin ningún tipo de depuración.

Las dificultades son muchas en un contexto nacional con multiplicidad de actores implicados en el sector y la asunción de competencias es muchas veces poco clara y existe duplicación.

Por ello, el aspecto institucional debe reforzarse para conseguir la efectividad a la hora de poner en marcha las diferentes políticas y programas señalados.

Los recursos financieros, escasos a nivel local, deben asignarse siguiendo claramente las prioridades del sector, para evitar ineficiencias derivadas de una mala gestión. La cooperación internacional tanto técnica como financiera debe plantearse a partir de los programas y políticas nacionales para aprovechar las sinergias resultantes de los diferentes proyectos. En los últimos años, Marruecos ha firmado multitud de acuerdos de financiación con entidades internacionales para proyectos relacionados con este sector.

Existen diversas intervenciones urgentes que son retos y oportunidades: la urgencia por rehabilitar y reforzar las redes de distribución y recuperación de agua; la puesta en marcha de sistemas de depuración y reutilización de aguas usadas; la falta en materia de equipamiento y gestión de estaciones depuradoras; la desalación de agua de mar como alternativa a la escasez de agua en ciertas regiones donde los recursos convencionales son inexistentes; la introducción de mejoras en las técnicas de riego agrícolas, el problema de la dispersión geográfica y el difícil acceso a determinadas zonas rurales para el abastecimiento de agua potable.