Durante los últimos cuatro años, el Gobierno de Uganda ha reformado el sector del agua y el saneamiento. Esta reforma está íntimamente ligada a los planes contra la pobreza del Gobierno. Éste ha liderado el proyecto desde el principio, consiguiendo un gran consenso con el sector privado y los sectores de la sociedad implicados, poniendo en marcha reformas progresivas e innovadoras. El proceso de reforma se ha visto precedido de una evaluación exhaustiva del sector, incluyendo estudios sobre los sectores rural y urbano, y la planificación de planes de acción e inversión. Los factores clave incluyen un sistema descentralizado de suministro, el incremento de la participación del sector privado y la necesidad de una visión global. Muchos observadores independientes están de acuerdo en que éste el proceso de reforma más dinámico y exitoso del África Subsahariana. Pero aun así, todavía es demasiado pronto conocer la efectividad de las reformas al transformar las buenas intenciones en hechos que beneficien a la gente más pobre.