El objetivo de este trabajo es mostrar cuáles serían los beneficios económicos que obtendrían los agricultores al asignar el agua a través de un mercado. Se parte del hecho que el agricultor recibe una dotación de agua por parte de alguna autoridad del agua y bajo un esquema de mercado descentralizado decide vender o comprar agua de acuerdo a una función de beneficio. Se analiza además el marco institucional mexicano que rige la asignación del agua en la agricultura, poniendo especial énfasis en las posibilidades que existen actualmente para el funcionamiento del agua en un mercado. Para calcular los posibles beneficios derivados del funcionamiento del mercado, se construyó un modelo suponiendo una tecnología neoclásica y esperando que el precio que alcanzaría el agua en un mercado hipotético fuera el resultado de un proceso de subasta walrasiana. Se realizó un cálculo con valores del distrito de riego del Yaqui y de Costa de Hermosillo, para lo cual tuvieron que hacerse fuertes supuestos sobre la forma de la tecnología y suponiendo costos de transacción nulos. Se concluyó que existirían beneficios positivos derivados del comercio del agua a través de un mercado, aunque debe aclararse que los resultados obtenidos son solo indicativos, habida cuenta que no se tienen estimadas las funciones de producción que representan las tecnologías utilizadas en la producción agrícola, sin embargo se considera que el modelo propuesto es el adecuado.