Este documento es una revisión exhaustiva del Plan Hidrológico Nacional, que consiste en transferir agua desde la cuenca del Ebro a las cuencas del Levante, situadas a 921 kilómetros. El PHN es un plan convencional, estático, que se centra principalmente en la gestión del suministro. El PHN se basa en la premisa de que el mundo cambiará de una manera gradual durante su vida económica de 100-200 años. El análisis indica que la demanda prevista de agua se alejará bastante de la realidad, debido a la demanda de otro tipo de gestión, los importantes cambios estructurales que se producirán en el sector agrícola en el 2020 y los requisitos de la Directiva sobre el Agua de la Unión Europea, que se debe poner en práctica antes del 2010. Además, el coste por metro cúbico del agua trasvasada es casi el doble que el agua proveniente de la desalinización. El PHN actual no se puede justificar ni por razones económicas ni por razones ambientales y sociales. Por último, el plan no sería necesario si se instaurara una gestión racional del agua.