El agua es una necesidad humana básica y un derecho humano básico. En situaciones de escasez, las decisiones relacionadas con el acceso y la utilización del agua incluyen a los interesados de los medios intergubernamental, gubernamental, regional, de la comunidad y de los hogares, y a menudo se politizan en extremo. Las necesidades y perspectivas de los grandes agricultores, de las empresas pequeñas y medianas, de los hogares, de los pescadores y de otros usuarios que se ganan la vida con el agua pueden ser muy diferentes. A la vez, el nivel de compromiso de los diferentes participantes con las prácticas de conservación y la protección de los recursos hídricos respecto a la contaminación también pueden variar y la cuestión referente a cuáles derechos deben prevalecer y recibir la máxima prioridad puede crear mucha tensión. Los miembros más vulnerables de las sociedades, los campesinos sin tierras y los pobres, a menudo no participan en la toma de decisiones sobre el agua y sus necesidades tienen poca prioridad. Este documento analiza las prácticas actuales de utilización y gestión del agua en los países en desarrollo, con especial atención al sesgo de género en la toma de decisiones respecto al agua.