En Lituania la organización de los servicios del agua fue completamente rediseñada después de que el país consiguiera su independencia en 1990. La responsabilidad del suministro de aguas y desagües se transfirió del estado a los municipios. En Finlandia también son los municipios los que se encargan de los servicios de agua y desagües, pero es gobierno nunca ha tenido un papel relevante en el tema. La forma de gestionar el servicio es bastante diferente en ambos países. En Lituania las compañías municipales encargadas del agua trabajan con su propio personal, mientras que las empresas municipales de Finlandia normalmente realizan la mayor parte del trabajo con personal externo con contratos de 1-3 año, destinando a su propio personal únicamente las operaciones claves.