Debido a sus potenciales efectos adversos en la salud, en muchas partes del mundo se han establecido unos valores máximos aceptables para la concentración de nitratos en el agua potable. Sin embargo, se observa un aumento de estos nivles en muchas redes de abastecimiento. Dentro de este contexto, una Directiva Europea de 1991 relativa a la "protección de las aguas contra la contaminación producida por nitratos procedentes de la actividad agrícolas" estableció unas metas ambiciosas para prevenir la contaminación por nitratos esperando obtener una reducción de los niveles de nitrato en los recursos hídricos, incluídas las aguas subterráneas