Confederación Hidrográfica del Miño – Sil intensifica la vigilancia sobre el río Miño debido a las obras en el embalse y la presa de Belesar (Lugo)

Vie, 03/06/2011

iagua.es

La Confederación Hidrográfica del Miño – Sil (CHMS) ha intensificado la vigilancia sobre el río Miño debido a las obras que Gas Natural Fenosa está ejecutando para la construcción de la central de Belesar II y la reparación de una avería en la central de Belesar I.

Para la realización de esta última, es necesario llevar a cabo una operación de descenso del nivel del embalse hasta un rango de explotación inferior al que tiene concedido, comprendido entre los 330 y 270 metros sobre el nivel del mar, provocando que la capacidad del embalse sea inferior al 20 por ciento.

Dicha operación, que durará 120 días, fue autorizada por la Confederación Hidrográfica del Miño – Sil que, con el fin de preservar el Dominio Público Hidráulico y la calidad de las aguas, ha impuesto a Gas Natural una serie de condiciones entre las que se encuentran las siguientes:

- El vaciado del embalse de Belesar deberá realizarse de forma paulatina para evitar la erosión y el arrastre de materiales sólidos;

- Las aguas del río Miño deberán cumplir los parámetros de calidad exigibles a las aguas continentales por lo que, diariamente, se realizará un seguimiento en trece puntos distintos que se completará con dos dispositivos de control automático, ubicados aguas abajo de la presa de Belesar y aguas abajo de la presa de Peares , que controlan la calidad de las aguas en tiempo real;

- Durante toda la operación, el embalse de Peares se mantendrá a bajo nivel para tener capacidad de acumular agua en caso de que fuese necesario.

Las actuaciones de acondicionamiento de los desagües de fondo y medio fondo han permitido a la Confederación Hidrográfica del Miño – Sil imponer a Gas Natural Fenosa el cumplimiento de un caudal ecológico de 10 metros cúbicos por segundo antes de que empiece a funcionar la central de Belesar II, lo que evitará que un tramo de río de 1.500 metros carezca de caudal continuo, como ocurre desde que la presa entró en funcionamiento en 1963.

Las actuaciones que se están ejecutando no suponen la construcción de un nuevo embalse, sino de una central que permitirá mejorar del aprovechamiento del agua embalsada.