PROVINCIA
MULTIPLE
LA VERDAD Pág.   Miercoles, 24/09/2003

Autor: B. SIRVENT/ALICANTE
 
       
 
El precio del agua subirá más de un 25% en enero para 600.000 alicantinos 
 
  ALICANTE   
  Pie de foto:    
 

[7016 Caracteres]

El coste de la desalación es de 50 céntimos el metro cúbico, el doble que el caudal del Taibilla o el Trasvase. Elvira Rodríguez inaugura la potabilizadora de Alicante
B. SIRVENT/ALICANTE
EL DATO
Proyecto: la desaladora del Canal de Alicante inaugurada ayer por Elvira Rodríguez forma parte de un programa de cuatro depuradoras (Campo de Cartagena y San Pedro del Pinatar, más otra en Alicante que ayer anunció la ministra).

Inversión: 48.950.582 euros, de los que el 85% los aporta la Unión Europea con fondos de cohesión.

Potencial: la desaladora aportará un máximo de 18 hectómetros cúbicos a la red de Canales del Taibilla.

Beneficiarios: los 600.000 habitantes de Alicante, Elche, San Vicente del Raspeig y Santa Pola.

Coste: 50 céntimos el metro cúbico, el doble que el Trasvase.
La provincia de Alicante está haciendo sus deberes para que el Gobierno de Bruselas financie el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y los está haciendo, parcialmente, a costa del bolsillo de miles de ciudadanos. La Mancomunidad Canales del Taibilla, entidad que depende del Ministerio de Medio Ambiente y que suministra el agua a 77 municipios (32 alicantinos y el resto de Murcia y Albacete), incrementará a partir del 1 de enero la tarifa del agua un 25% a los ayuntamientos de Alicante, Elche, San Vicente y Santa Pola . Este encarecimiento está directamente vinculado al coste de la desalación.

La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, inauguró ayer la planta desaladora de Agua Amarga, que prevé inyectar en la red del Taibilla un máximo de 18 hectómetros cúbicos de agua potable al año. Este caudal se mezclará con el agua continental (aportaciones del río Taibilla y del Trasvase Tajo-Segura) para abastecer a los cuatro municipios citados, o sea, a 600.000 de los 2 millones de habitantes que sirve la Mancomunidad.

Actualmente, el Taibilla cobra a los ayuntamientos de la mitad sur de Alicante una tarifa de 25 céntimos de euro el metro cúbico. El coste de la desalación de agua marina se eleva a 50 céntimos de euro el metro cubico. Desde enero, la tarifa que se aplicará a los 600.000 residentes en Alicante, Elche, San Vicente y Santa Pola será, como mínimo, un 25% más cara. Ese es el incremento que aplicará la Mancomunidad a los ayuntamientos de esos municipios, que después pueden aplicar más subida, según explicó ayer a este diario el director técnico del Taibilla, Isidoro Carrillo, el cual precisa que la tarifa actual está vigente desde 1986.

La desaladora del Canal de Alicante, que inauguró ayer la ministra Elvira Rodríguez, acompañada por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y los consellers Rafael Blasco y José Ramón García Antón, inicia su actividad con más de un año sobre la fecha prevista. Ha supuesto una inversión global de 48,9 millones de euros. La Unión Europea ha aportado el 85% de la financiación a través de los fondos de cohesión.

Esta desaladora, que es una de las más grandes y modernas de España, forma parte de un programa de ejecución de cuatro plantas que aportarán 80 hectómetros cúbicos al año de agua desalada al sistema hidráulico de la Mancomunidad Canales del Taibilla. La ministra Elvira Rodríguez anunció ayer que está proyectada una quinta desaladora de agua de mar en la provincia de Alicante, aunque no especificó su emplazamiento futuro.

Aunque el Taibilla suministra a 2 millones de ciudadanos (3 en época estival) de 77 municipios de Alicante (32), Murcia (43) y Albacete (2), los 18 hectómetros cúbicos anuales que se extraerán del mar, a la altura de Agua Amarga, irán destinados íntegramente a Alicante, Elche, San Vicente y Santa Pola.

Esta planta será gestionada y explotada por un período de quince años por la unión temporal de empresas constituida por Ferrovial-Agroman, Necso Entrecanales Cubiertas, Infilco y Cadagua, adjudicataria de la concesión por el Ministerio de Medio Ambiente. El programa de desaladoras, que está contemplado en el anexo del Plan Hidrológico Nacional (PHN), prevé otras dos desaladoras que son ampliaciones de las de Alicante y la del campo de Cartagena, actualmente en ejecución y que potabilizará 24 hectómetros cúbicos anuales. La ministra anunció otra para Alicante, pero no aclaró dónde se construirá.

El agua desalada inyectada en el canal para los cuatro municipios alicantinos permitirá repartir el ahorro entre el resto de municipios que suministra el Taibilla, según el Ministerio.

Ósmosis inversa

La planta utiliza para su funcionamiento energía eléctrica y emplea para la desalación de agua el procedimiento de ósmosis inversa, acompañado de un pretratamiento y postratamiento. La ministra y Francisco Camps tuvieron oportunidad de probar el agua, al igual que otros muchos invitados al acto, entre ellos este redactor. Su sabor no tiene nada que envidiar al agua embotellada mineral de cualquier marca comercial.

Durante el pretratamiento, el agua captada a través de dieciocho pozos situados frente a la planta, junto a la cala de los Borrachos, el agua se somete a un proceso de desinfección y de coagulación con el fin de agrupar las partículas en suspensión que se encuentren en el agua marina. Esa agua pasa entonces por unas piscinas con lecho de arena, elemento que actúa de filtro para retener dichas partículas.

El proceso de pretratamiento está destinado a que el agua se encuentre en las mejores condiciones para aplicarle el procedimiento de ósmosis inversa. Éste consiste en someter el agua desalada a presión y hacerla pasar por una membrana similar a un filtro. La presión ejercida (equivalente a lanzar el agua desde 700 metros de altura) hace pasar parte del agua a un compartimento mientras que el resto se queda en otro compartimento junto con la concentración de sales.

Después, el caudal se somete a un postratamiento para que cumpla con todos los requisitos de potabilización. Así, queda lista para su consumo humano. Este procedimiento permite garantizar el cumplimento de los criterios establecidos para las aguas de consumo humano por la normativa vigente, según el Ministerio.

En la desaladora de Alicante, el postratamiento consta de remineralización para incremento de ph mediante la dosificación de hidróxido cálcico y la dosificación de hipoclorito sódico para garantizar niveles adecuados de desinfectante residual.

El polémico residuo de la salmuera no ofrece peligro alguno, según Medio Ambiente. El agua de rechazo es conducida hasta un punto de la costa donde se vierte al mar. Así se ha determinado después de un estudio del Centro de Experimentación de Obras Hidráulicas y la Universidad de Alicante, que fija que la concentración de sal vertida desaparece a 1.200 metros de longitud desde la costa. «Existe una distancia de seguridad importante para proteger la posidonia oceánica», afirma.

Por otro lado, el grupo municipal socialista, a través de Antonio Godoy, aplaudió la instalación, pero exigió al Gobierno que cumpla las 150 actuaciones que para la provincia prevé el Plan Hidrológico.