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La Verdad Pág.   Jueves, 25/03/2004

Autor: M. BUITRAGO/ALICANTE
 
       
 
La Universidad sentencia que la desalación no resuelve la sequía 
 
  ALICANTE   
  Pie de foto:APERTURA. Camps y Rodríguez en la desaladora de Alicante./ L. GUIL   
 

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M. BUITRAGO/ALICANTE
APERTURA. Camps y Rodríguez en la desaladora de Alicante./ L. GUIL

La desalación de agua de mar, a los costes actuales, no es una alternativa para la mayoría de los usos agrícolas de la costa mediterránea, que no podrían pagar precios por encima de los 0,36 euros (60 pesetas) el metro cúbico. Ésta es una de las principales conclusiones de una tesis doctoral del Departamento de Hidrología de la Universidad de Murcia (UMU), que trata de dar respuesta a la viabilidad técnico económica de la desalación para solucionar el grave déficit de la cuenca del Segura.

La tesis realizada por el ingeniero agrónomo David Martínez Vicente, que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude, ofrece una de las radiografías más completas sobre la desalación en España, y concluye que los precios del metro cúbico desalado oscilan entre los 40, 81 y 64, 47 céntimos de euros (de 68 a 107 pesetas), con un promedio de 43,22 (72 pesetas) según la capacidad de producción. El trasvase del Ebro la ofrecería a 0,31 euros (52 pesetas), sin subvención.

Amenaza de ruina

El director de esta tesis doctoral, Melchor Senent Alonso, profesor titular de Hidrogeología de la UMU, considera que la escasez de agua en la cuenca del Segura «no es ninguna broma. Puede desaparecer la mitad de los regadíos alicantinos en un plazo de 10 años si no se toman medidas». Recuerda el grado de sobreexplotación generalizada que existe en los principales acuíferos de la cuenca, sobre todo en las zonas del Guadalentín, Mazarrón, Cieza y Yecla, en Murcia, y Villena, en Alicante.

En línea con el estudio, Senent argumenta que los regadíos pueden soportar un coste de hasta 0,36 euros (60 pesetas) por metro cúbico, siempre en los casos de cultivos de primor de alta rentabilidad, como los que existen en Cartagena, Águilas o Mazarrón, pero el resto no puede hacer frente a esos costes. «¿Queremos mantener la riqueza agrícola de la cuenca del Segura? Pues hay que traer agua de fuera. Si se arruinan los agricultores, se arruina la Región».

Así de concluyente se muestra Senent, un experto en Hidrogeología que lleva más de 35 años trabajando en las cuencas del Segura y el Júcar. A la vista de la conclusiones de la tesis, sostiene que el agua desalada la pueden pagar los abastecimientos urbanos e industriales, pero no la agricultura, que precisa mayores volúmenes, máxime si además tiene que hacer frente a los costes de inversión y amortización. Los abastecimientos, el agua de boca, puede pagar hasta casi un euro por metro cúbico (150 pesetas), lo que equivale a una media de 0,60 euros por familia y día. Hay que destacar las conclusiones similares que arrojó un estudio sobre desalación que realizó la Universidad de Zaragoza en el año 2001 a petición del Gobierno de Aragón, que sin embargo obviaba si la agricultura podía o no asumir dicho coste. Tal estudio fijaba un precio medio de 0,39 euros (65 pesetas) para el agua desalada a través de plantas gigantes, y proponía que se construyeran hasta doce, al tiempo que alertaba del impacto negativo: vertido de salmuera y altas emisiones de CO2 y NO2 debido al alto consumo energético.

Se puede desalar toda el agua de mar que se quiera, pero ¿a qué precio? Si se pretende cubrir toda la demanda urbana de la cuenca del Segura, casi 400 hectómetros cúbicos al año, hará falta construir dos plantas de ciclo combinado capaces de generar la energía eléctrica suficiente. (La planta de San Pedro consumirá 800 millones de kilovatios/hora para producir 20 hm3).

El consumo de energía eléctrica es lo que más encarece la factura de la desalación. Para producir un metro cúbico se necesita una media de 4,4 kilovatios/hora (superior al coste energético del trasvase del Ebro, que se queda en 2,43 kilovatios para bombear cada metro cúbico). Senent asegura que la única forma de abaratar la factura eléctrica sería reduciendo los costes de pretratamiento del agua salada.