REGIONAL REGION
MULTIPLE |
La Verdad | Pág.
Miercoles, 24/03/2004 Autor: M. BUITRAGO/MURCIA |
||
Dos centrales eléctricas serían necesarias para desalar 400 hectómetros |
||||
REGIÓN MURCIA | ||||
Pie de foto:Interior de una desaladora. / A. GIL | ||||
[3684 Caracteres] M. BUITRAGO/MURCIA Interior de una desaladora. / A. GIL Se puede desalar toda el agua de mar que se quiera, pero ¿a qué precio? Si se pretende cubrir toda la demanda urbana de la cuenca del Segura, casi 400 hectómetros cúbicos al año, hará falta construir dos plantas de ciclo combinado capaces de generar la energía eléctrica suficiente. (La planta de San Pedro consumirá 800 millones de kilovatios/hora para producir 20 hm3). El consumo de energía eléctrica es lo que más encarece la factura de la desalación. Para producir un metro cúbico se necesita una media de 4,4 kilovatios/hora (superior al coste energético del trasvase del Ebro, que se queda en 2,43 kilovatios para bombear cada metro cúbico). Melchor Senent asegura que la única forma de abaratar la factura eléctrica sería reduciendo los costes de pretratamiento del agua salada. Las principales conclusiones de la tesis realizada por David Martínez Vicente son las siguientes: El aprovechamiento de las aguas tiene un límite, al que creemos que se ha llegado ya, con restricciones del consumo en muchas ciudades, contaminación de aguas superficiales, agotamiento de aguas subterráneas y demandas insatisfechas en la agricultura. La desalación de agua de mar puede resolver algunos problemas en determinadas circunstancias, pero no es una solución global al problema del agua. La disminución del consumo energético ha rebajado sensiblemente el coste del agua desalada y ha provocado un espectacular desarrollo de la desalación en el litoral mediterráneo, principalmente para uso de abastecimiento humano, turístico e industrial, siempre que se encuentre cerca de la costa. La agricultura no puede, en estos momentos y de forma general, soportar los costes de desalación. En algunos casos se está utilizando para regadío cuando el precio final consigue rebajarse con la mezcla de agua de otros orígenes, más barata y de peor calidad. La desalación no es viable para la mayoría de usos agrícolas de la costa mediterránea, salvo que puedan reducirse los costes más importantes, como la energía eléctrica y la amortización de la inversión, la disminución de las tarifas eléctricas y una política de ayudas a la inversión. La mezcla de aguas subterráneas algo salinizadas con aguas desaladas de mar se ha convertido en una posible solución temporal para resolver el fuerte déficit hídrico del sureste español, que se plantea como una solución puente, para quince años, hasta la llegada de las aguas del trasvase del Ebro. El coste de inversión de una gran planta desaladora de agua de mar es de 600 euros por metro cúbico y día. La economía de escala (la capacidad de producción) es importante en los costes. Sólo las poblaciones relativamente próximas a la costa (a menos de 50 kilómetros) podrían tener costes inferiores a los 0,90 euros (150 pesetas el metro cúbico); mientras que a partir de los 150 kilómetros los costes se elevan superando los 1,20 euros por metro cúbico (200 pesetas). De cara al futuro, la desalación ofrece aspectos que favorecerán su desarrollo (fuerte demanda urbana en la costa, desarrollo tecnológico, recuperación de energía, incremento del precio del agua y ayudas a la financiación); y por otra parte incertidumbres y dudas (¿podrá pagar la agricultura española el coste de agua desalada, mientras se enfrenta además a la competencia del este de Europa y norte de África?; la dependencia energética del petróleo; y el impacto medioambiental de la salmuera en el ecosistema marino). El conocimiento de los impactos previsibles sobre los ecosistemas (colonias de posidonia) deben contemplarse y determinar las medidas correctoras que sean precisas. |
||||