PROVINCIA
MULTIPLE
La Verdad Pág.   Martes, 15/07/2003

Autor: B. SIRVENT/ALICANTE
 
       
 
Ripoll pide unidad para traer agua del Ebro y garantizar el presente y futuro 
 
  ALICANTE   
  Pie de foto:OVACIÓN. El hemiciclo y los invitados al acto de constitución de la Diputación ovacionan en pie al nuevo presidente. / UBALDO ARACIL   
 

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Alerta de que el sector turístico de la Costa Blanca ya se ve amenazado por falta de caudales hídricos. El nuevo presidente de la Diputación «ruega» a la oposición que cambie su discurso político. El PSPV da un voto de confianza al nuevo titular de la Corporación
B. SIRVENT/ALICANTE
OVACIÓN. El hemiciclo y los invitados al acto de constitución de la Diputación ovacionan en pie al nuevo presidente. / UBALDO ARACIL
IDEARIO POLÍTICO
Tolerancia: «lucharé sin desmayo por consolidar un proyecto político alejado de la crispación, exigiendo a mí y a mi grupo asumir la tolerancia como bandera y mantenerla enhiesta a lo largo de toda la legislatura».

Autoexigencia: Ripoll se refirió en clave de autoexigencia y de ruego a la oposición para cambiar entre todos el discurso político «para no reconocer enemigos donde podría haber aliados y empezar a percibir que la frontera entre nosotros y los opuestos no tanto nos divide y separa cuanto puede llegar a desaparecer y aproximar para alcanzar el mayor bienestar social posible».

Aproximación: «voy a visitar todos y cada uno de los 141 municipios y tres entidades locales menores en los primeros meses de mi mandato para hacerlo desde el conocimiento, la presencia y la cercanía a todos y cada uno de los ciudadanos».

Diferencias: «Alicante es una provincia con características muy diferenciadas desde unos puntos a otros y una buena respuesta a sus necesidades será siempre aquella que convierta su diversidad en riqueza para todos huyendo de posturas aislacionistas».

Retos: Camino de Castilla, autovía central, aeropuerto de El Altet, puerto de Alicante, red ferroviaria convencional, AVE, PHN, IFA, investigación tecnológica, red cultural para toda la provincia en su conjunto.
José Joaquín Ripoll se convirtió ayer en el quinto presidente de la Diputación provincial de la actual era democrática y lo hizo con más mayoría absoluta que su predecesor, Julio de España, lo que permite al PP repetir por tercera legislatura consecutiva al frente de la Corporación. En un acto en el que estuvo arropado por el ministro de Trabajo y amigo personal, Eduardo Zaplana, así como por algún compañeros en el último Gobierno valenciano, Ripoll reclamó unidad política para traer el agua del Ebro a la provincia y hacer posible la ejecución del Plan Hidrológico Nacional, reto que más ensalzó tras su elección y proclamación.

La jornada, que se desarrolló con absoluta normalidad, estuvo protagonizada por la fractura que se mantiene en el seno del grupo socialista tras la expulsión de los cuatro concejales rebeldes de l'Alacantí y el de la Vega Baja que se desmarcaron de las directrices de su partido en la elección de diputados. Los cinco ediles no han devuelto las actas, como les solicitó el PSPV, y votaron ayer al candidato socialista, Antonio Amorós. Anunciaron que hoy mismo solicitarán su ingreso formal en el grupo socialista de la Diputación, pero miembros de la ejecutiva del partido presentes en el acto negaron esta posibilidad y aclararon que «el futuro está muy claro y todo ya decidido».

La convocatoria despertó una expectación sin precedentes en el Palacio de la Diputación, que tuvo que habilitar en la parte baja una pantalla de grandes dimensiones para que los muchos invitados y asistentes llegados de diversas asociaciones patronales y sectoriales pudieran seguir el acto. A la sesión constitutiva de la Diputación no faltaron ni el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, ni algunos miembros del Gobierno valenciano, como José Joaquín Ripoll, ni el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi. También se sentaron en lugares destacados los presidentes de la patronal Coepa y la Cámara de Comercio, Joaquín Rocamora y Antonio Fernández Valenzuela, respectivamente. Asistieron, asimismo, los rectores de la Universidad de Alicante y de la Miguel Hernández, Salvador Ordóñez y Jesús Rodríguez Marín.

Tras la más de media hora en la que se desarrollaron las formalidades de rigor (constitución de la mesa de edad, toma de posesión de diputados provinciales, elección del nuevo presidente y toma de posesión de éste), José Joaquín Ripoll leyó un discurso institucional en el que trazó cuáles van a ser sus líneas de actuación en los próximos cuatro años.

Ripoll inició su intervención vaticinando que «mi compromiso más importante es con todos los municipios de la provincia, desde el más grande en número de habitantes hasta el más pequeño». No dudó en anunciar que en sus primeras semanas al frente del cargo aprovechará para visitar todos y cada uno de los 141 municipios y tres entidades locales para hacerlo desde el conocimiento y la cercanía a todos los ciudadanos.

Destacó las características muy diferenciadas de la provincia y por ello rechazó las posturas aislacionistas o de miradas personalistas y de corto alcance político. «Que nadie busque en mi gestión en la Corporación más límites que el interés general ni más motivaciones que el bien común», advirtió Joaquín Ripoll, el cual desgranó cuáles van a ser las prioridades de su acción de gobierno.

Considera básicos la generación de empleo y riqueza en las comarcas y municipios y calificó de importantísimos los proyectos para mejorar las comunicaciones y los recursos económicos, entre ellos al Camino de Castilla (inicio del segundo cinturón de Alicante), la autovía central, el aeropuerto de El Altet, el puerto de Alicante, la red ferroviaria convencional y de alta velocidad y los recursos hídricos, en especial el PHN.

El agua sirvió a Ripoll de hilo argumental para profundizar en la llamada de atención a la oposición. «Si algo ha mostrado con claridad la voluntad política en estas elecciones ha sido que se sitúa, sin lugar a dudas, al lado de la ejecución del PHN y de las obras del trasvase del Ebro».

Por ello, el nuevo presidente de la Diputación propuso vías de apoyo, desde el buen entendimiento con las demás fuerzas políticas, pero desde la firmeza, para la ejecución del trasvase. «Espero y deseo que la cordura, la coherencia y el sentido común, lejos de posturas puramente partidarias, nos permita presentar a la sociedad una unidad de criterio político que ésta agradecerá sin lugar a dudas», subraya Ripoll.

Rechaza las posturas «tibias» respecto al plan y las contrarias a la ejecución de la obra y pide alta responsabilidad política de todos los partidos políticos alicantinos.