REGIONAL ARAGON
AGT Recepción: 19:00 |
Europa Press | Pág.
Jueves, 13/03/2003 Autor: |
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ARAGON .- Zaragoza .- La crecida del Ebro produjo daños en bienes municipales que ascienden a 395.000 euros |
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[6269 Caracteres] La estimación de los daños producidos por la pasada crecida del río Ebro en bienes e infraestructuras municipales asciende a un total de 395.000 euros (más de 65 millones de pesetas). Así se recoge en el informe sobre las incidencias de la riada que sufrió Zaragoza los pasados días 7 al 10 de febrero, que ha sido elaborado por los servicios municipales y entregado en la mañana de hoy a los grupos municipales. A esta cantidad habrá que añadir la estimación de los daños producidos en el tramo final de la red de colectores de aguas pluviales que desaguan en el Ebro, que no podrá realizarse hasta que no acabe de bajar el nivel del río y sea posible efectuar una inspección detallada, ya que en estos momentos los aliviaderos se encuentran todavía sumergidos. El informe, que ha sido realizado por los servicios municipales de Infraestructuras, Medio Ambiente, Instalaciones Deportivas y Parques y Jardines, destaca en primer lugar el buen comportamiento general de las infraestructuras municipales ante una riada de casi 3.000 metros cúbicos por segundo y 5,76 metros de altura en el Puente de Santiago. Como consecuencia, los daños no han sido muy notables, salvo en zonas verdes, vías de ribera y cauces inundables ubicados en las inmediaciones del río. En la parte correspondiente al Departamento de Infraestructuras, el informe señala que se produjeron afecciones en tres espacios concretos como son la Ronda de la Hispanidad, en el tramo comprendido junto a Vadorrey (calle Alfonso Zapater), en el acceso al barrio de Alfocea y en las motas que defienden el Actur por el Oeste, junto a Juslibol. En el primero de estos puntos, la existencia de un punto bajo en la intersección de la Ronda con el Camino del Vado provocó que se produjeran inundaciones que incluso obligaron a cortar temporalmente el paso por la vía el domingo día 10 de febrero. Además de detallar los equipos humanos y materiales que estuvieron trabajando para paliar la situación y volver a abrir la vía cuanto antes (4 camiones-bomba, puesta en marcha de la estación de bombeo de la Margen Izquierda), el informe señala a las obras del nuevo puente de la línea de Alta Velocidad a Huesca, que se construye dentro del cauce en un lugar muy próximo, como una de las posibles causas de la subida de nivel en esta zona. Igualmente, señala que, cuando bajen más las aguas, será preciso revisar la clapeta (cierre que impide el retorno del caudal) del colector de aguas pluviales de la ronda en esta zona, ya que es posible que no haya funcionado adecuadamente. Respecto al corte del acceso al barrio de Alfocea, la principal causa fue la rotura de una mota situada aguas arriba, y la construcción por un particular de un pequeño dique en la propia carretera para proteger una nave de su propiedad. El corte duró tres días, aunque se habilitó un paso alternativo para los vecinos por el interior del Cuartel de Pontoneros de Monzalbarba. Respecto a las motas que defienden por el oeste el barrio del Actur, entre la Avenida de Ranillas y Juslibol, la situación llegó a ser precaria en los momentos en los que el agua alcanzó su nivel máximo, y la acequia de Juslibol y la mota que la defiende ejercieron de protección, aunque algunos cruces de caminos a un nivel algo más bajo fueron la causa de algunas dificultades, en las que estuvieron trabajando para paliarlas las brigadas municipales de Infraestructuras. Por lo que respecta a las infraestructuras urbanas, no han padecido daños de magnitud, aunque en el futuro inmediato pueden aparecer algunos cuando se retire definitivamente la riada (socavones o daños en los aliviaderos, entre otros). Finalmente, como medida preventiva, el Departamento de Infraestructuras solicitó a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que pusiera en servicio el Canal Imperial de Aragón, que se encontraba vacío en esas fechas mientras se efectuaban labores de limpieza de su cauce, petición que fue atendida de forma inmediata. EL GALACHO, INUNDADO En las áreas naturales de titularidad municipal no se han apreciado daños de importancia en el ecosistema ribereño, aunque la zona más afectada ha sido el Galacho de Juslibol, en la que se han producido sobre todo caídas de árboles, depósito de residuos, erosiones, sedimentaciones y afecciones al Centro de Interpretación. El Galacho de Juslibol se inunda hasta el puente de acceso con un caudal del río de 900 metros cúbicos por segundo, y en las zonas colindantes sucede lo mismo cuando el caudal asciende a 2.000-2.200 metros cúbicos por segundo, que este fenómeno forma parte de la dinámica de un río vivo y que la colmatación de las lagunas por sedimentación forma parte del proceso evolutivo natural de los galachos. Las actuaciones que prevé el Servicio de Medio Ambiente para paliar los daños consisten en la limpieza de los residuos de las márgenes del río, retirada de árboles caídos y secos, limpieza de mobiliario, rasanteado y reafirmado del camino de acceso, con un coste estimado de 40.570 euros. Además, como entró el agua en el interior del Centro de Interpretación, éste no ha podido iniciar sus actividades a primeros de marzo, como estaba previsto, ya que es preciso efectuar labores de limpieza y adecuación valorados en 13.000 euros. PARQUES E INSTALACIONES DEPORTIVAS Las instalaciones deportivas que se ubican en las inmediaciones del río han sido las peor paradas por los efectos de la riada. En concreto, los campos municipales de fútbol de La Manzanera, en Monzalbarba, y de Vadorrey, así como el Centro Deportivo Municipal de La Almozara, han tenido afecciones relevantes, cuyo coste el Servicio de Centros Deportivos Municipales estima en 300.000 euros. Por su parte, los daños producidos por la crecida en el parque de Macanaz (el más afectado) ascienden a 38.000 euros, y en el de la Margen Izquiera a 1.800 euros más, según la estimación del Servicio de Parques y Jardines. El Ayuntamiento de Zaragoza va a remitir este informe, que hace referencia únicamente a los bienes municipales, tanto a la Delegación del Gobierno en Aragón (para que lo traslade al Ministerio de Medio Ambiente) como a la DGA para que tengan conocimiento de los daños y puedan arbitrar las ayudas correspondientes para paliar los efectos de la crecida. |
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