MISCELANEA tema del dia Aragon	El Pariódico de Aragón	Pág. 2  Lunes, 13/01/2003 Autor: R. LOZANO ZARAGOZA
	El Instituto del Agua cerró a medio gas su primer año de funcionamiento El organismo tiene pendiente la formulación de las bases de la política hidráulica de la comunidad
	El Plan de Infraestructuras Hidráulicas se retrasa y el órgano de participación no se ha creado aún EL ENTE ECHO A ANDAR EN NOVIEMBRE DEL 2001
	Pie de foto:ANGEL DE CASTRO / ARCHIVO La presentación del instituto, en noviembre del 2001, suscitó un notable interés.
	[3585 Caracteres] El Instituto Aragonés del Agua no dio de sí tanto como se esperaba en su primer año de funcionamiento. A pesar de que asumió con normalidad y sin rupturas traumáticas las materias que antes se tramitaban desde una dirección general, dejó pendientes al cierre del ejercicio algunas cuestiones que políticamente se habían considerado claves: la elaboración del Plan de Infraestructuras Hidráulicas de Aragón y la puesta en marcha de la Comisión del Agua, un órgano pensado para recuperar el acuerdo hidráulico en la comunidad. Este instituto, un organismo autónomo dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la DGA, fue una de las grandes apuestas del Gobierno aragonés PSOE-PAR. Su creación se anunció justo en el arranque de la legislatura (en agosto del 99), aunque la ley bajo la que se cobija (de Ordenación y Participación en la Gestión del Agua) tardó algún tiempo en finalizar su tramitación (fue aprobada en las Cortes en mayo del 2001). Hasta noviembre del 2001 no se presentó oficialmente el organismo, por lo que su rodaje ha sido de poco más de un año. La gestión del ciclo integral del agua (abastecimiento, saneamiento y depuración) se ha desarrollado sin problemas después del traspaso de personal y medios desde la ahora desaparecida Dirección General del Agua. Pero los temas de calado político han ido más lentos. PROBLEMAS Así, se ha retrasado la presentación del Plan de Infraestructuras Hidráulicas de Aragón, cuya elaboración se sacó a concurso público y que iba a estar listo a finales del 2002, según habían anunciado los responsables del ente. Dicho plan debe plasmar los recursos de Aragón y sus necesidades respecto al uso del agua, y diseñar las mejores actuaciones para adecuar existencias a demandas. Pero, según diversas fuentes, los problemas que ha encontrado la empresa adjudicataria para obtener datos oficiales sobre la cuenca del Ebro han ralentizado el trabajo. Tampoco se ha puesto en marcha la Comisión del Agua, un órgano al que se da igualmente una gran importancia política, porque está llamado a convertirse en un foro real de debate desde el que intentar recuperar un consenso hidráulico que en Aragón se ha resquebrajado. El instituto también está preparando un Libro Blanco del Agua en la comunidad, que --según los compromisos político-- iba a estar listo este mes o el próximo, aunque las fuentes consultadas señalaron que este plazo también podría saltarse dada la complejidad de esta labor. El documento será el paso previo a la ejecución de las Bases de la Política Hidráulica, que serán las directrices generales de la comunidad en materia de agua. La proximidad de las elecciones --el 25 de mayo-- llena de interrogantes el futuro inmediato de este trabajo. El organismo tampoco ha tenido un peso notable en la fuerte polémica hidráulica que vive Aragón desde que en septiembre del 2000 el Gobierno central presentara su Plan Hidrológico Nacional (PHN), que incluye un trasvase del Ebro de 1.050 hectómetros cúbicos anuales. El debate se ha canalizado a través de la consejería y los responsables del instituto no han tenido apenas protagonismo. El actual consejero, Alfredo Boné (que sustituyó al dimitido Víctor Longás) ha relevado al director del ente. El cargo lo ocupa desde hace escasas fechas Alfredo Cajal, que ha entrado en lugar de Javier Sánchez. El perfil más político de Cajal --ha sido diputado provincial del PAR oscense y está en el comité nacional del partido-- parece evidenciar un intento del titular de Medio Ambiente por hacer crecer la presencia del instituto en la sociedad aragonesa.