REGIONAL CASTILLA Y LEON
MULTIPLE
EL NORTE DE CASTILLA Pág.   Viernes, 27/06/2003

Autor: S. ESCRIBANO/VALLADOLID
 
       
 
La CHD desbloquea 643 peticiones para pozos en los acuíferos cerrados 
 
  CASTILLA Y LEÓN   
     
 

[4153 Caracteres]

Jiménez mantiene el criterio de denegar futuras captaciones para riego en Los Arenales y el Páramo de Cuéllar
S. ESCRIBANO/VALLADOLID
REGADÍOS
Cierre de los acuíferos

La constatación del descenso del nivel de agua obliga a suspender autorizaciones para pozos el 21 de diciembre de 1998.

Peticiones

La Junta de Gobierno de la CHD decidió ayer aprobar las autorizaciones para 512 perforaciones en Los Arenales y 131 en el Páramo de Cuéllar. Todas ellas pasaron por el Registro antes de septiembre de 2001.

Pendientes

Los responsables de la Confederación Hidrográfica del Duero han desestimado once solicitudes en la zona de Cuéllar.

Limitación

La superficie máxima que sobre el papel podrá regar cada concesionario será de diez hectáreas.

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ofreció ayer una solución a 643 expedientes para abrir pozos en los acuíferos de Los Arenales y el Páramo de Cuéllar registrados en el organismo estatal antes del 20 de septiembre de 2001. La dicha para los agricultores que se beneficiarán de estas concesiones no será completa, puesto que podrán regar con el agua que extraigan de cada pozo o perforación un máximo de diez hectáreas.

El presidente de la CHD, José Carlos Jiménez, ofreció datos técnicos para apoyar estas concesiones para riego en unas «unidades hidrogeológicas» que se mantienen cerradas para las peticiones presentadas desde septiembre de 2001 en adelante, salvo que el uso de las captaciones sea industrial o para abastecimiento. Las 512 concesiones autorizadas en el acuífero 17, el de los Arenales, que con 7.754 km2 de extensión por tierras de Ávila, Salamanca, Valladolid, Segovia y Zamora es el mayor de España, reclamaban agua para una superficie media de 19 hectáreas, que sobre el papel se ha visto sensiblemente reducida.

Denegadas

Con cargo al acuífero 13, el de Páramo de Cuéllar (1.013 km2), los labradores habían registrado antes de septiembre de 2001 un paquete de 142 solicitudes de sondeos, de los que han recibido luz verde 131. Todas ellas se sitúan en el extrarradio del aljibe subterráneo. «Las once restantes se ubican en la zona central del acuífero, poco profunda y que únicamente se recarga con agua procedente de la pluviometría, que por las condiciones en que se encuentra podrían perjudicar los derechos reconocidos de otros usuarios», explicó Jiménez.

Los cálculos manejados por los informes de la CHD estiman que las autorizaciones supondrán alrededor de 23 hectómetros cúbicos adicionales de agua. Una extracción que compensarán las recargas de la cubeta de Santiuste y el Carracillo, ambas en Segovia, por las que anualmente se desvían a la bolsa subterránea quince hectómetros cúbicos de agua de los ríos Voltoya y Cega. El presidente de la CHD sumó a esta cantidad el ahorro de diez hectómetros cúbicos de agua que supondrá para el acuífero 17 la puesta en marcha de las obras que el Ministerio de Medio Ambiente ejecuta para el regadío con aguas del Adaja desde el embalse abulense de Las Cogotas.

A diferencia del de Los Arenales, el aljibe subterráneo natural del Páramo de Cuéllar carece de proyecto alguno de recarga.

Desde 1998

El cierre cautelar a la apertura de pozos para regadío de estas dos bolsas de agua data de diciembre de 1998 y se fundamenta en el descenso de los niveles constatado desde 1972. Los agricultores con tierras en la franja norte del acuífero, aledaña al río Duero, pudieron perforar pozos a partir de mayo de 1999, situación que benefició también a las zonas periféricas del Páramo de Cuéllar.

El presidente de la Confederación aseguró ayer que el seguimiento de los niveles de los acuíferos durante los últimos tres años apuntan a una estabilización del caudal, pero que no podrá valorarse de forma definitiva si el declive ha sido superado hasta dentro de unos diez años.

José Carlos Jiménez mostró su confianza en que el conflicto que supuso la salida de su antecesor, el de los regantes del Carrión, esté solucionado a finales de verano mediante medidas que beneficien a los agricultores palentinos y a los leoneses. «Espero que no se politice el tema», concluyó.