REGIONAL
CASTILLA Y LEON MULTIPLE |
El Norte de Castilla | Pág.
Viernes, 02/01/2004 Autor: S. ESCRIBANO/VALLADOLID |
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Los embalses acumulan ya agua para el consumo humano de todo el año |
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ABASTECIMIENTO | ||||
[4180 Caracteres] El nivel de las reservas en los pantanos que gestiona la Confederación Hidrográfica del Duero se sitúa al inicio de 2004 por encima de la media de la última década Los 1.770 hectómetros cúbicos embalsados suponen dos tercios del aforo total de las grandes presas de la comunidad S. ESCRIBANO/VALLADOLID El agua embalsada a 31 de diciembre garantiza un año sin restricciones para la población que reside en la cuenca del Duero. Toda Castilla y León es 'territorio Duero', salvo una porción de Burgos situada bajo los dominios de la Confederación Hidrográfica del Ebro; otra de León, que depende de los ríos de la cornisa cantábrica; dos zonas de Salamanca y Ávila, incluidas en el sistema del Tajo, y otras dos sorianas, una orientada hacia tierras aragonesas del Ebro y otra que mira hacia el territorio castellanomanchego. Los 17 embalses que controla la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) alcanzaban, a 31 de diciembre, los 1.770,8 hectómetros cúbicos de agua almacenada. La capacidad de estos pantanos se sitúa en los 2.751 hectómetros cúbicos, por lo que el agua almacenada llegaba al 64,4%, frente al 58,7% que marcó el inició del año 2003. La situación que presentan los pantanos de la cuenca del Duero -más del doble del volumen almacenado que hace dos años- transmite tranquilidad a los responsables de la Confederación Hidrográfica. El nivel actual de agua embalsada tras las grandes presas de la comunidad es seis puntos superior a la media de la última década. Regadíos Mientras que este volumen de agua embalsada cubre las necesidades que genera el abastecimiento y consumo de la población que depende del Duero y sus afluentes, a fecha de hoy es aún pronto para que la situación de los pantanos garantice a los agricultores agua suficiente para afrontar sin aprietos para sus cultivos la campaña de riegos del verano de 2004. El consumo de agua que permite sacar adelante las cosechas de variedades de regadío es muy exigente en términos cuantitativos y supone más del 90% de la demanda de la cuenca del Duero. La agricultura acapara por tanto la práctica totalidad del gasto de agua en Castilla y León, frente al uso doméstico, industrial y al caudal ecológico que debe garantizar la pervivencia de la vida en los ríos. La situación actual, en comparación con la que vivieron los inicios de 2002, 1999, 1995 y 1993 es prometedora. Frente al 64,4% de la capacidad a fecha del pasado 31 de diciembre, en los primeros días de esos años el volumen de los pantanos fluctuó entre un 30,4% y un 40,4%. En la orilla contraria de la última década se sitúa el estado de los embalses a 1 de enero de 2001, cuando el agua llegó al 76% de su capacidad. El porcentaje no provocaba temor a una sequía, pero esta bonanza se transformó dos meses después, con los pantanos al límite y sin poder albergar una gota más, en riadas e inundaciones, que obligaron a desalojar viviendas en varias localidades, entre ellas, Valladolid capital. Previsiones al alza Las estimaciones de los responsables de la CHD ofrecen un panorama de incremento del agua embalsada en los próximos meses fruto de las lluvias invernales y primaverales, del deshielo de la nieve, de la escasa evaporación y de un gasto comedido. La exigencia de desembalse dista mucho de la necesaria en la época estival para los regadíos. La situación actual de los 17 embalses bajo tutela de la CHD se enmarca en lo que los expertos describen como un 'año húmedo'. El listón para adquirir esta catalogación lo sitúan las cifras en un 56,9% de la capacidad de los pantanos. Un 'año seco' respondería a un volumen de agua embalsada que rondaría el 17,1% del aforo de las presas. Las precipitaciones de lluvia y nieve desde el inicio del año hidrológico (empieza el 1 de octubre) han tratado de desigual manera a la cuenca del Duero. Mientras que se han mostrado abundantes en el sistema del Carrión (embalses de Camporredondo y Compuerto), y los leoneses de Riaño y Porma, han sido más escasas en las áreas de influencia de los pantanos ubicados en Ávila, Salamanca, Segovia y Soria. Con todo, las precipitaciones han caído con mayor abundancia que en temporadas anteriores. |
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