NACIONAL ESPAñA
2ª Madrid |
EL MUNDO | Pág.
18 Jueves, 18/09/2003 Autor: JUAN REDONDO. Corresponsal |
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Cientos de atrapados al reventar un embalse en Murcia El tráfico se mantuvo cortado durante más de tres horas en la autovía del Mediterráneo - «Era todo nuestro agua hasta final de año» |
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[2,174 Caracteres] MURCIA.- Los automovilistas que circulaban por la Autovía del Mediterráneo entre Alcantarilla y Librilla pasadas las 20.30 horas de ayer se encontraron con los coches flotando, cubiertos de lodo y con el cielo despejado. Y todo, por un reventón en un embalse de riego en la pedanía de Sangonera la Seca que arrastró un centenar de vehículos, cortó durante cerca de tres horas la circulación y levantó la grava de las vías ferroviarias en el trayecto Alcantarilla-Murcia. El reventón de la balsa, que contenía 175.000 metros cúbicos de agua, provocó una tremenda riada que se llevó por delante huertos de limoneros y atrapó vehículos con sus ocupantes en el interior, según fuentes de Protección Civil. El suceso no ocasionó daños personales graves ya que tan sólo una joven resulto herida leve. «El susto no nos lo quita nadie», comentaba una de las personas rescatada por los servicios de emergencias. Al lugar del suceso se trasladaron miembros de la Guardia Civil, bomberos, grúas, ambulancias y una Unidad Médica de Urgencias, que no tuvo que trasladar a ningún herido «aunque sí atender a ocupantes de vehículos que sufrían algún ataque de ansiedad». Cerca de tres horas tardó en reanudarse el tráfico en la Autovía del Mediterráneo. A las 23.00 horas los dos carriles en dirección Murcia estaban abiertos y en la dirección a Almería se circulaba por un carril y por la vía de servicio. El nivel del agua llegó a superar la altura de los ejes de los coches tras el reventón; tres horas después, el lodo y el agua no alcanzaba unos pocos centímetros. El talgo Lorca-Barcelona suspendió su servicio y Renfe espera evaluar las consecuencias en las vías para reanudar hoy los trayectos nacionales y de cercanías. Entre los atascos, las crisis de ansiedad y los sustos, no faltó la preocupación de un miembro de la comunidad de regantes, propietarios de la balsa. «Era el agua que teníamos hasta final de año, con la sequía vamos a ver cómo nos las apañamos». |
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