MISCELANEA tema del dia
Mediterraneo
MEDITERRÁNEO Pág. 2  Lunes, 15/09/2003

Autor: ANTONIO MADRIDEJOS MADRID
 
       
 
El cambio climático amenaza con sequía y riadas a Levante  
 
  Las previsiones auguran más veranos tórridos, por encima de 45°, y muy áridos Los impactos a escala local del calentamiento planetario están llenos de incertidumbres Alteraciones del clima Perspectivas meteorológicas para el siglo    
     
 

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Atribuir un verano tan cálido como el actual a los efectos del cambio climático es aventurado, difícil de demostrar, pero la mayoría de los análisis sostienen que la situación podría repetirse con asiduidad en próximas décadas. El IPCC, el grupo de expertos que asesora a la ONU sobre cambio climático, calcula para el área mediterránea un aumento en el próximo siglo de entre 2 y 4 grados en la temperatura media anual, un descenso de las precipitaciones --muy acusado en verano-- y en general un agravamiento de los fenómenos extremos, con sequías persistentes y tormentas violentas.
La reciente canícula tiene una explicación meteorológica sencilla, que es la tradicional entrada de aire sahariano, típica del verano, pero su larga duración y la recurrencia (2001, 1995, 1994) invitan a buscar otras posibilidades.
"El polo se está calentando y ello provoca que se desplacen hacia el norte los vientos que normalmente refrescan nuestras latitudes. Y el espacio que queda lo ocupan vientos cálidos del sur"
explica Antonio Ruiz de Elvira, catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares. Si esto sigue así, añade,
"los veranos tórridos podrían ser la norma" . Por poner un caso extremo, si en julio se superase el aumento medio anual (2-4 grados), las máximas en las zonas más cálidas de España se acercarían a los 50°.
En cualquier caso, las incertidumbres son muchas porque, además de muy arriesgados, los modelos de previsión a largo plazo se realizan a escala global y apenas tienen en cuenta la orografía local,
"que en el caso del Mediterráneo, un mar rodeado de montañas, es un factor esencial" , como destaca Josep Enric Llebot, catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Lo que sí parece claro es que el calentamiento ha sido y será más acusado en las zonas continentales del hemisferio norte, como Siberia y Canadá, y menor en el ecuador. Los pocos análisis a escala europea, como los realizados por las universidades británicas de East Anglia y Reading, no detectan diferencias sustanciales de calor en el conjunto de España.
MENOS DIAS DE LLUVIA Según Javier Martín Vide, catedrático de la Universitat de Barcelona (UB) y presidente de la Asociación Española de Climatología, el principal cambio que afectará al Mediterráneo será el régimen de lluvias. La explicación es la misma que para las temperaturas: el desplazamiento hacia el norte de vientos saharianos.
"Lloverá menos y lo hará de forma más violenta unos pocos días, lo que agravará los periodos de sequía" .
Curiosamente, en el conjunto del mundo --y también en el Cantábrico-- puede que haya en décadas venideras un aumento de la precipitación, de entre el 3% y el 15%, puesto que una mayor evaporación puede favorecer la formación de nubes. Sin embargo, el Mediterráneo será una excepción. Según cálculos de la Universidad de East Anglia, el descenso será de entre el 5% y el 15%, prácticamente concentrados en verano.
El cambio climático puede tener consecuencias directas en algunos de los pilares de la economía. En una previsión pesimista, España podría dejar de ser el destino preferido de los turistas europeos que buscan el sol si a una distancia menor, cerca de sus casas, encuentran un clima similar. Además, y según todos los expertos consultados, el nivel del agua en las playas podría avanzar y provocar una pérdida importante de arena.
El aumento del dióxido de carbono podría beneficiar el crecimiento vegetal --de hecho, los países nórdicos tendrían cosechas más abundantes--, pero la escasez de agua y el aumento de la evaporación auguran un panorama poco halagüeño para el sector agrario español y, en especial, el del Mediterráneo.

RÁPIDA DESERTIZACIÓN Algunos informes ya han advertido de la acelerada desertización que afecta a buena parte de Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha y Aragón, entre otras zonas, y anuncian un incremento de los incendios forestales. Martín Vide cree que iniverno aún puede ser más crítico que el verano. Y pone un ejemplo: la mayoría de las especies vegetales están acostumbradas a soportar veranos extremos como el actual, aunque sea ocasionalmente, pero quizá no lo estén tanto para una temporada sin frío, para el periodo de hibernación. Además, el frío tiene un poder beneficioso como limitador de plagas.