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Pág.   Martes, 30/03/2004

Autor: LA VERDAD/LORCA
 
       
 
Los expertos alertan del alto riesgo de desertización de la cuenca lorquina 
 
  LORCA   
  Pie de foto:Francisco López Bermúdez.   
 

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El catedrático Francisco López Bermúdez pide más intervención de las administraciones públicas y un mayor control de los usos agrícolas del suelo
LA VERDAD/LORCA
Francisco López Bermúdez.

El catedrático de la Universidad de Murcia Francisco López Bermúdez aseguró ayer en la ciudad que la cuenca del río Guadalentín es una de las que tiene mayor riesgo de desertización de todo el continente europeo. López Bermúdez participó en el seminario La desertificación en la cuenca del Guadalentín. Prácticas agrícolas para evitar la desertificación que se desarrolla en el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (Cifea).

El experto en Geografía Física señaló que «la cuenca del Guadalentín forma parte, según la Unión Europea de las áreas más amenazadas por la aridez y la desertización junto con la isla griega de Lesbos, la cuenca del río Agri al sur de Italia y el Alentejio al sureste de Portugal». Además expuso que la cuenca del Guadalentín se encuentra en una zona semiárida con balances hídricos negativos y advirtió que «la desertización es un proceso que crea el ser humano cuando riega con agua de mala calidad química salinizando el agua, cuando sobre-explota acuíferos subterráneos, cuando suprime la cubierta vegetal o cuando rotura laderas muy pronunciadas».

López Bermúdez insistió en que la cuenca de Lorca «presenta unas patologías del suelo que la hacen muy vulnerable a sufrir la desertización» y consideró que «este diagnóstico está demostrado por investigaciones científicas y técnicas y también por el propio Ministerio de Medio Ambiente».

Protección prioritaria

Explicó que esta es una de las áreas de protección prioritaria y señaló que para frenar su deterioro «hay que llevar a cabo una buena gestión del suelo como recurso natural, volviendo a algunas prácticas ancestrales como el riego por boqueras y el sostenimiento de cultivos de secano como el almendro que protegen el suelo de la erosión».

También indicó que para conseguir mejores cotas de protección del suelo es necesaria la intervención de las administraciones y un mayor control legal de los usos agrícolas y aunque consideró que la desalación de agua marina del Mediterráneo puede ser un factor de lucha contra la aridez, «lo ideal sería regar los cultivos con agua dulce de cuencas excedentarias, porque se respeta más la sensibilidad de los sistemas naturales».

El experto se refirió también a la incidencia del cambio climático en la paulatina desertización de la cuenca lorquina y expuso que una de las amenazas de la zona son los efectos potenciales de una subida importante de las temperaturas mínimas medias en los próximos 30 años.

Aseguró que todos los pronósticos de los grandes centros internacionales especializados en el estudio del cambio climático aventuran que una de las regiones más afectadas por el aumento de las temperaturas en las próximas décadas será el sureste de España.

Durante su discurso, López Bermúdez argumentó que el aumento de las temperaturas provocará a medio plazo una mayor tensión hídrica, precipitaciones más variables e irregulares con incremento de los fenómenos tormentosos con mayor capacidad de erosión como las denominadas gotas frías.

El catedrático concluyó matizando que ante pronósticos como el de la cuenca del Guadalentín «lo más sensato es prevenir antes que curar y hacer un esfuerzo colectivo para preservar la calidad del suelo, para conseguir otros efectos agrícolas, medioambientales y económicos más favorables».