Sociedad
Madrid |
La Razón | Pág.
Domingo, 21/03/2004 Autor: Clemente Álvarez |
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El agua causa cada año 80.000 muertes y pérdidas de 32.800 millones de euros |
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Un informe de la ONU alerta del aumento de los daños provocados por el clima | ||||
[3613 Caracteres] El agua, tan necesaria para el ser humano, es responsable cada vez de más y mayores desastres. Un informe de Naciones Unidas, presentado con motivo del Día Mundial del Agua y el Día Meteorológico Mundial, alerta de que el líquido elemento y el clima están detrás del 89 por ciento de las catástrofes naturales que sacuden al planeta, y causan, año tras año, más pérdidas económicas y más damnificados. En el último medio siglo, los daños económicos se han multiplicado por diez y suponen ya 32.800 millones de euros. Un ciclón que barre Malasia, una sequía que ahoga el África subsahariana, un alud de nieve que arrastra todo lo que encuentra a su paso en los Alpes o una avalancha de lodo que inunda Venezuela. Si bien el agua resulta esencial para la vida humana, a menudo también puede acabar con ella, pues está asociada a fenómenos climáticos cada vez más extremos y frecuentes. Así lo advierte un informe de Naciones Unidas, con motivo del Día Mundial del Agua (mañana lunes) y del Día Meteorológico Mundial (el martes), que alerta de que la incidencia de los desastres relacionados con el líquido elemento y el clima no ha dejado de aumentar en el último medio siglo.Según este estudio que lleva por título «El agua y las catástrofes», el 89 por ciento de las catástrofes naturales actuales tiene un origen meteorológico o hidrológico, y aunque el número de fallecidos por estos desastres se ha visto reducido y se ha estabilizado en los 80.000 muertos al año, lo cierto es que la cuantía de las pérdidas económicas y la proporción de damnificados no ha dejado de aumentar desde los años setenta. El informe destaca que, en el caso de las personas afectadas en la última década, la cifra rondó los 200 millones, mientras que los daños económicos alcanzan ya los 32.800 millones de euros anuales: una cantidad esta última que, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se ha multiplicado por diez en el último medio siglo. Estrategias El informe se hace eco de las previsiones de los científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPPC), que indican que el calentamiento terrestre aumentará cada vez más la frecuencia y la virulencia de estas catástrofes naturales. No obstante, matiza que «siempre se han producido cambios climáticos y el ser humano ha sabido elaborar un conjunto de estrategias remarcables para sobrevivir».En este sentido, el documento de Naciones Unidas señala que con la tecnología actual no se puede impedir, por ejemplo, la formación de un huracán en Centroamérica, pero sí que se puede reducir el impacto sobre la población si se detecta este fenómeno con antelación y se ponen en marcha los planes de acción necesarios para amortiguar su efecto. Y subraya que para ello resultan cruciales los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales, para adelantarse a cualquier adversidad climática.El estudio destaca que los países en desarrollo son justamente los más vulnerables a estos fenómenos, lo que dificulta además su despegue, pues les obliga a emplear muchos recursos para paliar los daños que de otro modo serían dedicados al desarrollo económico y social. Según destaca Naciones Unides, el 98 por ciento de las víctimas de estas catástrofes procede de los países en desarrollo. Para reducir los riesgos derivados de estos desastres, el informe considera esencial la planificación, la legislación, la ordenación del territorio, la gestión ambiental, así como unos instrumentos financieros. Y, sobre todo, una mayor comprensión de la vulnerabilidad climática e hídrica, desde un punto de vista físico, social, económico y ecológico. |
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