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LA RAZÓN | Pág.
17 Jueves, 09/10/2003 Autor: |
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Emilio Custodio: Las aguas subterráneas no se han considerado lo suficiente en el PHN |
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[5600 Caracteres] Experto de talla mundial en aguas subterráneas (las menos conocidas), catedrático de Ingeniería del Terreno y Director del Instituto Geológico y Minero, Emilio Custodio interviene hoy en la sesión de clausura del XI Congreso Mundial del Agua Ha sido difícil, muy difícil, encontrar el hueco para la entrevista. Porque aunque no ha participado como conferenciante en las primeras jornadas del foro que nos ocupa (interviene hoy), su actividad a lo largo de la semana ha sido febril. Y es que el XI Congreso Mundial del Agua que tiene lugar esta semana en Madrid decenas de mesas redondas, varios centenares de congresistas de todo el mundo es cita ineludible para todo profesional que tenga en el líquido elemento su principal referente. Y es el caso. Para empezar:¿Qué es la hidrogeología?Es una rama de las ciencias de la tierra, y también de la ingeniería, que estudia todo lo referente a las aguas subterráneas, su existencia, su papel en la geología, en los procesos naturales, el agua subterránea como recurso para la humanidad, recurso de abastecimiento urbano, rural, agrícola, etcétera.¿Qué peso tiene el agua subterránea en el famoso ciclo hidrológico?Bueno, lo que hay que reseñar en principio es que ha habido un cambio importante. El gran problema de las aguas subterráneas hasta finales del XIX radicaba en que la construcción de captaciones era costosa. Sin embargo, a mediados del siglo XX se produce una gran revolución tecnológica y, a partir de entonces, lo que antes era poco accesible deja de serlo. Eso cambia drásticamente las condiciones de movimiento, de calidad, de existencia del recurso. Y ese gran cambio debe conllevar un replanteamiento de la gestión. ¿Qué ocurre? Que no acaba de calar eso en la forma de manejo del ciclo hidrológico. O sea, que no hay instituciones y legislaciones adecuadas. Es decir, que no hay «replanteamiento».Hay muchísimas reticencias... Y si sigue la ignorancia por parte de muchas organizaciones, por parte de muchos expertos en hidrología, que parecen no darse cuenta de que han cambiado drásticamente las condiciones... Mire usted, lo que está claro es que no se puede seguir manejando las aguas con los principios que se desarrollaron durante el siglo XX.¿Pueden ser los acuíferos la solución al problema del agua en España?Ni son solución ni dejan de serlo. De lo que se trata es de incorporar al sistema de gestión un nuevo elemento. La planificación hidrológica no se puede hacer pensando solo en las aguas superficiales, en los ríos. Nuestro mensaje es: cuidado, estamos ante una situación nueva. Hay que integrar todos los recursos y no ver sólo una parte de ellos. Y, a la hora de redactar el PHN, ¿se ha visto sólo uno? ¿Se han olvidado de las aguas subterráneas?Nuestra convicción es que las aguas subterráneas se han considerado... digamos... insuficientemente. Insuficiente y secundariamente. Y yo creo que en las futuras planificaciones, en la planificación nueva que va a obligar la Directiva Marco del Agua, pues habrá que integrarlo. Y creo que algunas de las soluciones planteadas actualmente pues a lo mejor hay que replanteárselas.Son ya muchos los expertos que dicen que el tiempo de las grandes obras hidráulicas ha pasado. ¿Es así?Eso es una realidad desde hace casi veinte años. Lo que había que hacer, lo importante, ya está hecho en gran medida. En principio los megaproyectos tienen impactos ambientales muy fuertes. Generan cambios muy importantes incluso en el clima local, por la cantidad de agua que se evapora. Influyen mucho en el transporte de material sólido y por lo tanto afecta también a toda la zona litoral en cuanto a los sedimentos, a la pesca. Algunos autores apuntan por ejemplo a la merma de los bancos de pesca de bajura. ¿Puede ser uno de esos problemas que usted apunta? Pues en el caso de la presa de Asuán es una de las posibilidades. Otra, referida a otro sector, la agricultura, es que la falta de inundación genera una falta de nutrientes en los campos que está obligando a introducir allí materia orgánica artificialmente, cuando antes no era necesario y las crecidas desempeñaban ese papel. En fin, que hay una enorme precaución hacia esas grandes obras si no van acompañadas de estudios de impacto pluridisciplinares.Otra idea que manejan algunos sectores es combinar desalación y uso de aguas subterráneas para combatir las escaseces. ¿Es posible?La desalinización del agua es una solución, una solución no excesivamente cara. Pero es un elemento más. Porque, insisto, cuando hay que considerar los recursos hídricos, hay que considerar los superficiales y los subtérraneos, integrados. Y puede haber desalinización de agua del mar o de agua salobre subterránea, que también afecta al resto del ciclo, y reutilización de aguas residuales, que es una nueva fuente de recursos. O sea, que hay un abanico muy grande. Otra cosa es el precio de la energía necesaria para llevar adelante esas soluciones. Y estamos ante una planificación hidráulica que no es una situación estacionaria sino que es una situación que cambia. Y lo que hoy es bueno, dentro de diez años puede ser de otra manera. Por eso, aquellas soluciones que sean de amortización rápida son las más convenientes. Y el PHN, ¿es de amortización rápida?El Plan Hidrológico Nacional prevé muchas depuradoras, muchas desalinizadoras, prevé colectores... Una desalinizadora se amortiza en diez o quince años, una estación depuradora se puede amortizar en 25 años y a medida de que vamos a otras obras, como por ejemplo un canal o una gran presa pues ahí nos vamos a los 50 o 100 años de período de amortización. |
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