Autonomias Nacional	LA RAZÓN	Pág. 46  Sabado, 04/01/2003 Autor:
	La Junta anuncia que no sacrificará las aguas del Tajo para abastecer las costas
	[4155 Caracteres] El director general del Agua, Daniel Ballesteros, afirmó ayer que el Gobierno regional no está en contra de los trasvases acordados en el Plan Hidrológico Nacional (PHN), sino que «creemos que lo incorrecto del Plan es el incumplimiento de los acuerdos adoptados en el mismo». Ballesteros fue claro: «Queremos que el agua llegue al sureste español y que cree riqueza, pero no a costa del sacrificio del ecosistema del río Tajo». El director general del Agua, Daniel Ballesteros, denunció ayer el incumplimiento de los trasvases acordados en el Plan Hidrológico Nacional (PHN). A pesar de ello, Ballesteros señaló en rueda de prensa para dar a conocer los resultados obtenidos de los últimos estudios de situación de caudales en el río Tajo, que la Junta no cree que el PHN sea «malo» para Castilla-La Mancha, «sino todo lo contrario», pero todos los datos arrojados de los estudios de caudal llevados a cabo en el Tajo son «infinitamente inferiores a la cifra que marca el PHN, es decir, seis metros cúbicos». Ballesteros expresó su deseo de que el «agua llegue al suroeste español que cree riqueza, pero no a costa del ecosistema del río Tajo». Situación de caudales En este sentido, Ballesteros indicó que la Junta de Comunidades solicitó la realización de un nuevo estudio de situación de caudales en el paraje del río Tajo denominado «Rancho Grande», aguas debajo de la captación del Canal de las Aves y antes de la incorporación del río Jarama, localizado en el punto de muestreo en la localidad madrileña de Aranjuez. Este estudio se llevó a cabo durante un período de diez días comprendidos entre el 11 de septiembre y el 12 de noviembre, arrojando un nivel medio de caudal de 1,91 metros cúbicos por segundo. Ya en el año 2000 y el 2001, dijo, se realizaron 32 y 7 aforos, respectivamente, «y es alarmante que tan solo en una ocasión durante el 2000 se superasen los seis metros cúbicos mínimos exigidos por ley, y que en cinco ocasiones de las siete, en 2001, se alcanzase de caudal un metro cúbico por segundo». «El Gobierno regional no piensa renunciar al Tajo y seguiremos reivindicando la mejora de calidad del río hasta que sea apto para el baño y la vida de los peces», agregó. Plan de recuperación integral Por otra parte, Ballesteros señaló que el Plan de Recuperación Integral del Tajo, llevado a cabo por el Ministerio de Medio Ambiente, contemplaba, en su primer borrador, tres aspectos «indispensables» para la recuperación del río como, dijo, la ampliación de la depuración de las aguas residuales, la reutilización de las mismas y el aumento en la liberación de aguas limpias desde la cabecera del Tajo hacia su propia cuenca. A su juicio, ese documento reflejaba que se habría de multiplicar por treinta el caudal mínimo del Tajo a su paso por Aranjuez, lo que significa que ese caudal pasaría de ser de seis metros cúbicos por segundo, «que es lo que está estipulado actualmente aunque no se cumple», a 180 metros cúbicos por segundo, «lo que llevaría un considerable descenso en los recursos hídricos destinados al trasvase». Desde el Gobierno regional, agregó, «no se pretende, en absoluto, que se llegue a esa cifra de caudales pero sí que se libere hacia el río la suficiente cantidad de agua para cumplir el objetivo de que el Tajo vuelva a ser un río de vida, como se comprometió el Ejecutivo nacional en el PHN». En cambio, en el segundo borrador remitido a la Junta por parte del Ministerio de Medio Ambiente, continuó Ballesteros, desaparecen las referencias a medidas concretas de liberación de aguas limpias hacia el cauce del río. «Este hecho, resulta a todas luces insuficiente para la vida de los peces o para que los castellano-manchegos puedan volver a bañarse en sus aguas». En agosto de 2002, la Dirección General del Agua remitió una carta al Ministerio de Medio Ambiente instando a que el Plan de Recuperación Integral del Tajo contemple los desembalses necesarios para recuperar la calidad de agua del río. «Es necesario un debate sobre este asunto y que se atiendan las demandas de la región, aunque ello retrase la aplicación del Plan Integral», concluyó.