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LEVANTE Pág.   Martes, 26/08/2003

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Millán afirma que la reducción de las tormentas favorece la gota fría 
 
     
     
 

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El aporte de los chubascos de verano ha disminuido un 25% en los últimos 50 años en el interior de la Comunidad

Maria Josep Picó, Valencia

El director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), Millán Millán, afirmó ayer que las tormentas de verano se están reduciendo en la Comunidad Valenciana, en consecuencia, disminuye la entrada de agua en los embalses de la cabecera de la cuenca y la lluvia se acumula para fenómenos posteriores como el de la gota fría. El aporte de los chubascos estivales «ha bajado de 80 litros por metro cuadrado a 60 en los últimos 50 años en el interior, mientras que en la costa se ha pasado de 50 a 40 litros», comentó Millán.

La contaminación atmosférica, a su vez, «incrementa los núcleos de condensación y ayudan a la formación de tormentas secas y precipitaciones en forma de grandes bolas de granizo», indicó este científico.

Ante los anuncios de la formación de la gota fría debido a la alta temperatura a la que se encuentra el mar Mediterráneo, Millán clarificó que este fenómeno «no se podrá producir hasta que el norte de Europa baje hasta los 18 ó 20 grados». «La diferencia térmica de cinco o diez grados es la que favorece el mecanismo de disparo de las lluvias torrenciales, que se puede producir en cualquier zona del Mediterráneo, dependerá de dónde se encuentre la temperatura más alta en un momento determinado», agregó. Estas precipitaciones «podrán alcanzar los 800 litros por metro cuadrado, pero no se puede avanzar en qué zona del Mediterráneo se generarán ni cuál será su volumen».

La influencia de la Niña

Millán Millán argumentó que la ola de calor que ha sufrido Europa desde el pasado mes de junio hasta mediados de este agosto ha sido provocada por el fenómeno conocido como la Niña. «A finales de mayo se produjo un afloramiento de agua fría en el Pacífico, que hizo que los sistemas frontales se fueran hacia el norte y dejara a Europa en condiciones subtropicales», argumentó.

Este tipo de eventos meteorológicos, que no fueron previstos por ningún modelo meteorológico, «no se pueden describir por no han pasado con anterioridad», matizó Millán, quien sostiene que los fenómenos o episodios extremos «van a ser cada vez más frecuentes debido al cambio climático».