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LEVANTE Pág.   Lunes, 25/08/2003

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El trasvase del Ebro inutilizará 450 hectáreas de regadío y hasta 1.500 de cultivos de secano 
 
     
     
 

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El canal del trasvase del Ebro afectará unas 450 hectáreas de regadíos, además de casi 1.500 de cultivos agrícolas, según el estudio de impacto ambiental de la canalización. El grupo parlamentario de Esquerra Unida-l´Entesa, ante estas cifras, critica que la finalidad agrícola de la transferencia defendida por el Gobierno central es contradictoria. El diputado Carles Arnal denuncia la pérdida de suelo fértil que ocasionará la ejecución de la infraestructura.

Maria Josep Picó, Valencia

El trasvase del Ebro, previsto en la ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN) de 2001, inutilizará alrededor de 450 hectáreas de regadíos, además de casi 1.500 de cultivos de secano, según las cifras del estudio de impacto ambiental de la canalización. El Ministerio de Medio Ambiente está analizado, en la actualidad, las alegaciones presentadas a este documento con el fin de elaborar la declaración de impacto ambiental, previa a la redacción de los proyectos constructivos de la infraestructura hidráulica que debe transportar hasta 1.050 hectómetros cúbicos anuales.

El grupo parlamentario en las Cortes Valencianas Esquerra Unida-l´Entesa denuncia que las cifras relativas a las necesidades de territorio del trasvase desde el Delta «resultan contradictorias con la presupuesta finalidad agrícola del PHN», afirma el diputado de Els Verds, Carles Arnal. Esta ley y el desvío hídrico «se han presentado reiteradamente por las administraciones públicas gobernadas por el Partido Popular como una obra dirigida, fundamentalmente, a resolver los problemas de la agricultura tradicional», lamenta el parlamentario.

Arnal critica que el estudio de impacto del trasvase elaborado por la empresa estatal promotora Trasagua -cuya exposición pública finalizó el dos de agosto- «evitaba presentar cifras globales, por ello, se presentaban fraccionadas por tramos y aparecían dispersas en diferentes capítulos del documento». La afección de los 914 kilómetros del canal sobre la agricultura «es muy importante», además, en el caso del regadío, «se corresponde con zonas de elevada fertilidad que se perderán para siempre». «Este impacto conjunto no ha sido analizado con la finalidad de esconder los aspectos más negativos de la agresión sobre el entorno de la infraestructura», señala el parlamentario.

Trasplantar vegetación

Los datos diseminados que se incluyen en el estudio de impacto muestran que el trasvase puede llegar a afectar a más de 1.000 hectáreas de terreno forestal, pues todavía no se ha decidido el trazado definitivo. EU-l´Entesa reitera que los datos sobre el monte que cruzará el canal «también aparecen de forma dividida en seis ramos para subestimar su impacto de gran magnitud».

El Gobierno central plantea trasplantar ejemplares de flora como medida correctiva del impacto, sin embargo, «no se aporta ningún tipo de cifra sobre la cantidad de árboles o arbustos que se deberán trasplantar o cortar», agregan.

El grupo parlamentario argumenta que el estudio de impacto, al que presentó alegaciones de forma independiente a Izquierda Unida, «infravalora la diversidad de formaciones vegetales y de los elementos endémicos presentes a lo largo del trazado a su paso por el territorio valenciano». Los cálculos de la afección sobre la vegetación «no resultan válidos», mientras que hay una «gran falta de información» en la descripción de comunidades de invertebrados.

Los efectos negativos en las pesquerías valencianas

Maria J. Picó, Valencia

La disminución de la cantidad de sedimentos que aportará el río Ebro a su desembocadura al mar repercutirá «negativamente en toda la cuenca mediterránea situada al sur del Delta», indica el diputado de Esquerra Unida-l´Entesa Carles Arnal. La circulación de las corrientes marinas, en sentido de norte a sur, «constituye una de las aportaciones más importantes de nutrientes para la generación de fitoplàncton y el mantenimiento de la pirámide trófica, sobre todo, en el litoral valenciano».

La reducción de nutrientes que se producirá, según Arnal, «por el descenso de la aportación de sedimentos y su relación con el probable descenso de las pesquerías, que no está analizado en el estudio de impacto ambiental del trasvase del Ebro», afirma el parlamentario.

EU-l´Entesa recuerda en sus alegaciones que el desvío hídrico a las cuencas internas de Cataluña, Júcar, Segura y Sur «debe tener en cuenta el respeto a la unidad ambiental de todos los sistemas acuáticos instado por la directiva marco de aguas».

Residuos inertes

Por otra parte, Carles Arnal insiste en que el documento redactado por Trasagua «no expone el volumen total de residuos inertes que se generará durante la ejecución del trasvase». «Tampoco figura el nombre, dimensiones ni ubicación de los vertederos de este tipo de desechos», añade