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LEVANTE Pág.   Sabado, 24/01/2004

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El Consell plantea que el trasvase del Ebro cruce la presa de Tous de forma aérea 
 
     
     
 

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El Gobierno valenciano recuerda al Gobierno central que el trasvase del Ebro afecta zonas de valor ambiental y paisajístico en la Comunidad Valenciana, como el paso de los ríos Júcar y Túria. El Consell exige que se minimicen los impactos de la canalización en el embalse de Tous, incluso plantea que el canal discurra por encima de la presa. El Ejecutivo autonómico también se preocupa por la contaminación biológica y la afección de la canalización en las sierras del Ave y Espadà.

Maria Josep Picó, Valencia

La Generalitat Valenciana reconoce que el trasvase del Ebro, aprobado con la ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN) en 2001, atravesará en el entorno del río Júcar «un área que mantiene valores ambientales por sus características paisajísticas, de vegetación y fauna (rapaces y quirópteros)», a pesar de ser una zona antropizada por la presencia del embalse de Tous y sus infraestructuras anejas. El Consell exige al Ministerio de Medio Ambiente que se estudie «la mejor solución para minimizar el impacto» de la canalización procedente del Delta, incluso, plantea que el trazado del trasvase cruce «por encima de la presa» de la Ribera, de forma aérea.

El Ejecutivo autonómico, además, reclama al Gobierno central que el proyecto definitivo de construcción de la transferencia del Ebro deje «perfectamente claro que no va a haber merma de caudales» en el entorno de Tous. Este apunte tiene relación con la posible conexión del trasvase con los recursos hídricos del Júcar, tanto por posibles captaciones de agua con el fin de enviarlos hacia el sur, como por la previsión de que se dejen unos 60 hectómetros cúbicos anuales del Ebro en este embalse, como señala el estudio de impacto ambiental de las transferencias.

En el caso del río Túria, el Consell solicita un estudio adecuado de las alternativas al paso que se hace sobre un cañón de importancia geomorfológica y paisajística singular -donde nidifican diversos tipos de rapaces-. En consecuencia, se apuesta por retranquear el canal «por detrás del casco urbano de Pedralba», según las alegaciones presentadas al trazado el pasado año.

El Gobierno valenciano también destaca que los planes de la traza de la detracción hídrica deben ser «especialmente cuidadosos con el mantenimiento del paisaje de la Sierra del Ave y Tislares» antes de la entrada al túnel de Tous previsto y la zona comprendida entre los municipios de Vallada y Moixent.

En la zona de Castelló, el Ejecutivo autonómico pidió que se mejorara el diseño de la canalización a su paso por la rambla de Artana, además de que se realizase un análisis de detalle «muy minucioso» de la afección del túnel por la Serra d´Espadà al sistema kárstico de las grutas de Sant Josep de la Vall d´Uixó.

Fauna peligrosa: el mejillón cebra

Se deben «utilizar todos los recursos y técnicas necesarias para evitar las transferencias de fauna peligrosa, especialmente del mejillón cebra y la madrila, muy perjudiciales para las zonas húmedas», según las sugerencias presentadas, que fueron aceptadas «en bloque» por el ministerio -la declaración de impacto fue publicada en noviembre- , como aseguró anteayer el conseller de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco.

El departamento responsable del área ambiental comunicó al Gobierno que está elaborando un estudio de detalle para la gestión de los materiales sobrantes de los túneles y otras obras de extracción de áridos durante la construcción de la infraestructura, pues pueden superar los 10,5 millones de metros cúbicos. Se propuso su utilización para la restauración paisajística de minas y canteras, «muy abundantes y de fácil accesibilidad a lo largo del recorrido de la traza». También se pidió que, de manera puntual, se pudiera utilizar el agua transferida del Ebro para el llenado de las balsas de extinción de incendios.

Uno de los compromisos que adquirió la Generalitat ante el ministerio en sus propuestas al estudio de impacto del canal -cuya exposición pública concluyó en agosto de 2003- fue la propuesta de «un marco de concertación y consenso» con todos los agentes demandantes del trasvase del Ebro en la Comunidad Valenciana «para que se cumplan los objetivos de transparencia en la gestión del agua y de satisfacción de la política territorial y medioambiental» en el territorio autonómico.