OPINION
MULTIPLE
IDEAL Pág.   Sabado, 20/09/2003

Autor: PEDRO PARIAS FERNÁNDEZ DE HEREDIA/SECRETARIO GENERAL DE LA FEDERACIÓN DE COMUNIDADES DE REGANTES DE LA CUENCA DEL GUADALQUIVIR 'FERAGUA'
 
       
 
Incoherencias políticas en el trasvase del Negratín 
 
  TRIBUNA   
     
 

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PEDRO PARIAS FERNÁNDEZ DE HEREDIA/SECRETARIO GENERAL DE LA FEDERACIÓN DE COMUNIDADES DE REGANTES DE LA CUENCA DEL GUADALQUIVIR 'FERAGUA'
LA aprobación de la cesión de aguas del embalse del Negratín a las Cuevas de Almanzora está rodeada de asombrosas incoherencias políticas.

La primera, y quizás más grave, la del Ejecutivo nacional, liderado por el Partido Popular. El Gobierno defiende con ahínco la realización de las obras del trasvase del Ebro y lo hace basándose en las ideas-fuerza sobre las que se sustenta el grueso del Plan Hidrológico Nacional: las transferencias de agua son viables cuando se efectúan de una cuenca excedentaria a otra deficitaria y cuando el destino de los recursos trasvasados no son ni nuevos regadío ni campos de golf.

Por desgracia, esta razonable linealidad argumental se rompe al establecer la comparación con lo acontecido en Andalucía. Obviamente se comparte el punto de partida de la necesidad de agua por parte de una demarcación hidrográfica, en este caso, la de la Cuenca del Sur. Sin embargo, se incurre en un agravio intolerable al pretender que la cesión hídrica se realice desde una cuenca tan deficitaria como la del Guadalquivir, cuya carestía estructural de agua sobrepasa los 700 hectómetros cúbicos.

La incoherencia no es menor en el caso del partido que gobierna nuestra Comunidad. Aún reconociendo el carácter excedentario de la Cuenca del Ebro, el PSOE puso todo su empeño en oponerse a la realización del trasvase, argumentando todo tipo de razones para justificar su inconveniencia y desconfiando de las intenciones reales del Ejecutivo. Ahora que cabría esperar una reacción más contundente y lógica por su parte, ya que el Guadalquivir es deficitario y las dudas sobre el uso del agua son aún mayores, la postura del partido y, más concretamente, de la Junta de Andalucía es el silencio y, por tanto, el consentimiento tácito a las pretensiones del Ejecutivo.

Ante esta manifiesta muestra de incoherencia política, debemos volver a reclamar al Gobierno que sea consecuente con las leyes que él mismo promulga y a la Junta de Andalucía que tome el ejemplo de otros gobiernos regionales también liderados por el PSOE que, estemos o no de acuerdo con sus planteamientos, al menos resulta indudable que ponen todo su empeño en defender los intereses territoriales. Ninguno de los dos partidos, ni PSOE, ni PP, están siendo coherentes consigo mismos al tolerar y promover, respectivamente, el trasvase del Negratín.