REGIONAL aragon
HERALDO DE ARAGÓN Pág.   Viernes, 23/01/2004

Autor: JOSÉ JUAN VERÓN. Zaragoza
 
       
 
El Gobierno oculta informes que apuestan por la desalación 
 
  Tres ministerios firmaron un protocolo en el año 2001 para analizar los sistemas y su implantación en el poniente de Almería. Los informes dicen que el agua sería más barata y estaría antes que el trasvase.    
     
 

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En noviembre de 2001, los ministerios de Ciencia y Tecnología, Agricultura, y Medio Ambiente, firmaron un protocolo para investigar y financiar un proyecto de desaladora para Almería como única opción para paliar la escasez de agua. Los resultados concluyen que la desalación de agua del mar, por medio de diferentes tecnologías, permitiría obtener suficiente cantidad de agua como para no hacer necesario el trasvase. Además, estos caudales serían más baratos y de mejor calidad. Durante cuatro semanas, HERALDO ha solicitado al Ministerio de Medio Ambiente los datos sobre este protocolo y los resultados de los estudios sobre desalación sin que hasta el momento haya recibido respuesta.

La información de la que disponen los tres ministerios, y a la que ha tenido acceso este diario, indica que con el uso de las desaladoras podría suministrar a más del 60% de las zonas que solicitan agua del Ebro, y a menor precio. Cada una de las plantas podría funcionar en dos años, frente a los ocho o diez que costaría construir la conducción desde el Ebro.

El coste del trasvase será superior a los 7.300 millones de euros. Mientras que en el caso de las desaladoras, la inversión se estima entre 2.000 y 2.500 millones de euros, según la tecnología. Además, el sistema de ayudas de la Comisión Europea permite que el proyecto del trasvase opte, como máximo, a una subvención del 30%, mientras que la desalación es apoyada por la UE hasta con el 85% para abastecimiento urbano.

En contra de la versión defendida hasta el momento oficialmente, los datos de los ministerios coinciden en que el coste energético de la desalación se está reduciendo a pasos agigantados y que ya ronda los 3 kilowatios/hora, frente a 2,05 Kw/h que oficialmente consumirá el trasvase. El protocolo analiza en profundidad el sistema de Desalación por Presión Hidrostática (DPH), desarrollado por la empresa pública Tragsa, que permitiría reducir el consumo energético hasta 2,85 Kw/h y se acercaría al mínimo teórico, que está en 2Kw/h.

Otro informe realizado en 2001 por el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE), ligado al Ministerio de Ciencia y Tecnología además de a la Universidad de Zaragoza, y que está en poder de Medio Ambiente, indica que once plantas de desalación como la de Carboneras (Almería) serían suficientes para el consumo urbano que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) propone abastecer con el trasvase del Ebro (440 Hm3).

Según este estudio, las nuevas tecnologías hacen que sea cada vez más barato desalar y la tendencia es que, en 2006, el precio del metro cúbico esté por debajo de los 0,30 euros/m3. Por tanto, el coste sería inferior al que el PHN estima para el agua del trasvase (0,34 euros/m3).

Dos años después, los datos oficiales ratifican lo anunciado por el CIRCE y se alejan del PHN. El Plan establece que la desalación no es una alternativa factible al trasvase, puesto que potabilizar el agua del mar costaría una media de 0,60 euros/m3.

Una vez realizado el proyecto general del trasvase, los expertos consideran que el agua del Ebro costará en destino más de 0,75 euros/m3. Por el contrario, las grandes desaladoras que se construyen en Israel y Singapur oscilan entre 0,31 y 0,35 euros/m3. La planta de Blanes (Gerona), que funciona con una tecnología más pequeña y más cara, ofrece el agua a 0,39 euros/m3, según los datos de la Agencia Catalana del Agua. Además, el sistema DPH desarrollado por Tragsa podría obtener en este momento caudales a 0,25 euros/m3.

En otros lugares de España, la desalación por diversas técnicas es operativa desde hace cuarenta años. En Gran Canaria, al igual que en todo el archipiélago, hace muchos años que opera a gran escala y en Lanzarote cubre prácticamente todo el consumo de agua dulce.