REGIONAL aragon
HERALDO DE ARAGÓN Pág.   Miercoles, 20/08/2003

Autor: JOSÉ JUAN VERÓN. Zaragoza
 
       
 
El clamor de los afectados lleva a la CHE a aplazar el desembalse de Ribarroja 
 
  El proyecto queda supeditado a la realización de un informe técnico, que será valorado por los municipios.    
  Pie de foto:Representantes del Gobierno de Aragón y de la Confederación conversan con el alcalde de Fayón antes de comenzar la reunión   
 

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La comisión de desembalse del pantano de Ribarroja, que se reunió ayer en la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), decidió finalmente que no se realizará el primer vaciado parcial de este embalse, previsto inicialmente para la primera septiembre. La CHE cedió ayer a las quejas de los municipios afectados, del Gobierno de Aragón y de la Generalitat de Cataluña, que consideran que el proyecto para acabar con el mejillón cebra se había adoptado de forma precipitada y sin confirmar su efectividad. Si Ribarroja se vaciará en el futuro, o no, queda supeditado a un informe técnico que deberá realizar el CPIDE y que tendrá que ser necesariamente consensuado con ayuntamientos y Comunidades Autónomas.

El comisario de Aguas de la CHE, Federico Rodríguez de Ribera, que ayer presidió la reunión, explicó que "no se ha podido tomar una decisión sobre esta propuesta porque no hay suficiente información". Según dijo, el futuro de este proyecto quedará supeditado a un informe técnico que deberá ser realizado por el CPIDE y entregado a los municipios, a la DGA y a la Generalitat para su debate.

"Está claro que no va a dar tiempo de que se haga ese primer desembalse parcial de septiembre y de los demás, dependerá de lo que diga el informe", señaló Rodríguez. "Se ha seguido una pauta rigurosa, escuchado a los usuarios y la problemática, y todos han coincidido en que se requiere un mayor estudio", dijo el responsable de la CHE.

El alcalde de Fayón, José Arbonés, representó a los municipios afectados junto a los ediles de Mequinenza, Fabara y Ribarroja. Arbonés se felicitó por "el buen criterio de la comisión de desembalse, que entiende que falta información rigurosa y seria sobre este asunto y que se debe estudiar con detenimiento".

El peor remedio

El representante municipal recalcó que los ayuntamientos están abiertos al diálogo y que su voluntad es contribuir al máximo para erradicar la plaga del mejillón cebra. "Claro que queremos acabar con ese molusco; nosotros somos los primeros afectados por sus destrozos y el peligro que supone, pero las cosas no se pueden hacer sin ningún análisis y sin saber seguro si va a ser peor el remedio que la enfermedad", manifestó.

El director general de Medio Natural del Gobierno de Aragón, Alberto Contreras, y el secretario general técnico del Departamento de Medio Ambiente, Luis Marruedo, acudieron a la reunión con voz pero sin voto. Un situación similar a la de los representantes de la Agencia Catalana del Agua.

"Es poco serio que el director del Consorcio del Delta del Ebro pida una medida tan grave presentando simplemente una carta, sin aportar documentación alguna sobre lo que pretende hacer", manifestó Contreras al término de la reunión. El Gobierno de Aragón, como los alcaldes, todavía espera recibir algo de información técnica sobre el proyecto que fue presentado por la CHE y el CPIDE hace quince días.

"Estamos expectantes, queremos que los promotores de semejante idea aporten un informe técnico, serio y con rigor científico", indicó.

La DGA, que ya ha elaborado un informe sobre las graves consecuencias que tendría el desembalse de Ribarroja, ha anunciado su intención de ampliar este estudio con los datos que aporte el documento que debe elaborar el CPIDE.

"El primer desembalse, de hasta 6 metros, provocaría ya daños ambientales, además de económicas y sociales, ya que afectaría a abastecimientos urbanos, tomas de riego, al sector turístico y a la pesca; y eso sólo sería el principio, porque el desecado total sería un auténtico desastre", dijo Contreras.

Una de las claves para encontrar finalmente un acuerdo en la forma de realizar estos desembalses parciales, que deberán determinar la idoneidad técnica del vaciado total, será la fecha en la que se han de llevar a cabo.

El CPIDE y la CHE avanzaron que el primero se haría a comienzos de septiembre, y el segundo tendría lugar en octubre o noviembre. Estas fechas, según los alcaldes y los empresarios de la zona, son las de temporada alta en la pesca fluvial de especies como el siluro, que son las que más abundan en el embalse de Ribarroja.