OPINION editorial
HERALDO DE ARAGÓN Pág.   Viernes, 05/12/2003

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La protección del Delta del Ebro LA PROTECCIÓN del Delta del Ebro, un ecosistem... 
 
     
     
 

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La protección del Delta del Ebro LA PROTECCIÓN del Delta del Ebro, un ecosistema frágil y singular, debe ser objetivo prioritario para cualquier ciudadano responsable, y debería, al menos en teoría, estar por encima de los intereses partidistas y de las coyunturas políticas. Sin embargo, la actuación del Gobierno central y, en parte como consecuencia de ella, la de los Gobiernos autonómicos implicados en el conflicto, se ha visto mediatizada por el proyecto de trasvase del Ebro. De hecho, el Gobierno del PP concedió la "llave" de ese caudal ecológico del Delta a la Generalitat de Cataluña cuando CiU se mostró dispuesta a apoyar el Plan Hidrológico Nacional, a principios de la legislatura. Curiosamente, ahora que el Gobierno catalán se opone frontalmente al trasvase, revoca esa decisión, que en su día algún jurista tildó de inconstitucional. Alega el Gobierno que el cambio de postura viene dado por la obligación de adaptar la Directiva Marco de Aguas al ordenamiento jurídico español.

Pero el inusual modus operandi, a través de una disposición adicional a una enmienda en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado, abona la tesis de que el Ejecutivo sigue eliminando como sea obstáculos en su carrera por el trasvase. En efecto, la modificación supone que el trasvase no quedará supeditado al régimen hídrico que debía fijar el Plan Integral del Delta (PIDE). Será competencia de la llamada demarcación hidrográfica, término y concepto que sustituyen al de cuenca hidrográfica. En definitiva, imposible no advertir que la protección del Delta está sujeta a los vaivenes políticos. Mientras, en Levante continúan las obras para llevar el agua. Y la Unión Europea da luz verde a la financiación comunitaria del trasvase Júcar-Vinalopó. Tiempos difíciles para la lucha contra el trasvase del Ebro. Lo que no debe llevar al desestimiento.