ECONOMIA
Nacional |
Expansión | Pág.
Lunes, 22/03/2004 Autor: |
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Cambio de planes tras el trasvase del Ebro |
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Editorial | ||||
[2,164 Caracteres] La llegada del PSOE puede hacer desaparecer el Plan Hidrológico Nacional y su proyecto estrella, el trasvase del Ebro. El Gobierno del PP había convertido el plan en una de las prioridades de la última legislatura y en uno de los protagonistas de su campaña. El plan preveía una inversión total de 18.000 millones de euros y el trasvase requería más de 4.200 millones. El objetivo era trasvasar los excedentes del Ebro (hasta 1.050 hectómetros cúbicos anuales) hacia la España seca: el área metropolitana de Barcelona y las cuencas hidrográficas del Júcar, Segura y Sur, en Almería. Esto hubiera conllevado la adjudicación de interesantes concursos para las constructoras, que tendrán que revisar ahora sus previsiones de negocio tras el previsible abandono del plan. Por su parte, el PSOE deberá ofrecer una alternativa al trasvase viable desde el punto de vista económico, técnico y medioambiental. En principio, el hecho de abandonar el Plan Hidrológico parece eliminar dos problemas que han rodeado al Ejecutivo del PP en los tres últimos años. El primero es el de financiación: el trasvase exigía fondos europeos para iniciar su puesta en marcha real. La Comisión Europea había puesto problemas para su concesión. La segunda gran dificultad se centró en el rechazo social al trasvase. Aragón se opuso rotundamente al proyecto por considerar que en esa comunidad se necesitaba el agua tanto o más que en el Levante español. Sin embargo, la futura decisión del PSOE puede chocar con nuevos problemas. El principal es encontrar una alternativa clara al plan. Hasta ahora, el PSOE había defendido soluciones como la desalación (una tecnología que se ha abaratado, pero que aún resulta cara), la reutilización de recursos hídricos y el aprovechamiento de algunos ríos. Será complicado ponerse de acuerdo sobre el nuevo plan. Sobre todo, teniendo en cuenta que dos autonomías gobernadas por los socialistas (Extremadura y Castilla-La Mancha) votaron a favor del dictamen del Consejo Nacional del Agua sobre el Plan Hidrológico; el trasvase no les pareció una solución tan mala en enero de 2001. |
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