REGIONAL VALENCIA
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EUROPA PRESS Pág.   Domingo, 05/01/2003

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COMUNIDAD VALENCIANA .- La Entidad de Saneamiento elabora planes para controlar los vertidos de las industrias en 110 municipios de la Comunidad 
 
     
     
 

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La Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales, dependiente de la conselleria de Obras Públicas, ha elaborado y entregado Planes de Control de Vertidos a un total de 92 ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, y está preparando otros 18 planes que servirán para controlar las aguas residuales procedentes de las industrias de cada municipio, informaron fuentes de la Generalitat.
De esta forma, el Gobierno Valenciano pretende dotar a los Ayuntamientos "con unos instrumentos eficaces y ágiles que les permitan desarrollar una labor eficaz de vigilancia de los vertidos a sus redes de alcantarillado", informaron.
En este sentido, la aplicación de estos Planes de Control de Vertidos "destaca como uno más de los ejes de actuación que desde el Gobierno Valenciano se está impulsando en el marco de una política de aprovechamiento integral, ahorro y protección de unos recursos hídricos muy escasos".
En este caso, informaron, se pretende que la intervención en materia de saneamiento y depuración "no se limite a la construcción y modernización de depuradoras, ya prevista en el II Plan Director de Saneamiento, sino que además se involucre también a los ayuntamientos para que completen estas actuaciones con una necesaria acción preventiva con el fin de impedir que a las redes de alcantarillado lleguen de forma incontrolada vertidos contaminantes".
Esta labor de vigilancia es "fundamental" para que el posterior proceso de depuración se realice con eficacia y por tanto, para que el agua de las depuradoras se pueda reutilizar con la máxima calidad posible, "dado el importante déficit hídrico de la Comunidad Valenciana", señalaron.
La Entidad de Saneamiento ha entregado Planes de Control de Vertidos a 92 municipios y está elaborando otros 18. La población directamente servida supera los 2 millones de personas. En este sentido, cuentan ya con Planes de Control de Vertido todos los municipios de la Vega Baja del Segura y los principales núcleos urbanos e industriales de la Comunidad, como por ejemplo Valencia, Alcoi, Paterna, Alzira, Elche, Cocentaina, Crevillente, Ibi, Moncada, Ontinyent, Paterna, Quart de Poblet, Vall d'Uixó y Vila-real, entre otros, informaron.
Para la elaboración de todos estos Planes de Control de Vertidos, se han indentificado más de 8.000 industrias, se ha establecido una red de control de 700 estaciones de muestreo, y se han llevado a cabo 2.800 controles analíticos en las distintas redes de saneamiento. La inversión de Entidad de Saneamiento supera el millón de euros, y se estima que el coste medio de mantenimiento de los Planes de Control de Vertidos alcanza los 0'8 euros por habitante y año, según las mismas fuentes.
PLAN DE CONTROL DE VERTIDOS
El Plan de Control de Vertidos es un instrumento que permite a los técnicos municipales desarrollar sus labores de vigilancia con la máxima eficacia. Consisten en la realización de un estudio o diagnóstico de la calidad de las aguas residuales que circulan por sus redes de alcantarillado; la creación del censo de industrias que generan dichas aguas; la ubicación de estas empresas respecto de la red de saneamiento, y la realización de una campaña de análisis para la caracterización de la calidad de las aguas residuales del municipio.
Además, también consisten en el establecimiento de un programa de controles analíticos periódicos sobre los puntos críticos de la red de saneamiento, y en el control de la situación de las estaciones de muestreo, "que permitirán controlar los posibles vertidos ilegales".
El Plan de Control de Vertidos determina la periodicidad y frecuencia de los controles y los parámetros analíticos, según el tipo de industrias que vierten en cada estación y según los parámetros contaminantes críticos de sus vertidos. De esta forma, los técnicos municipales "pueden detectar de forma casi inmediata cualquier vertido que vulnere la ordenanza municipal y localizar a la empresa causante de la contaminación", señalaron.
REUTILIZACION
La depuración de las aguas residuales, además de su finalidad medioambiental directa (evitar la contaminación de las aguas continentales y marinas), aparece como un "medio imprescindible" para desarrollar una política eficaz de gestión integral del agua.
Así, "posibilita la protección y buen aprovechamiento de los recursos hídricos convencionales, al impedir su deterioro por vertidos contaminantes, y permite su reutilización en riego agrícola y otros usos, contribuyendo de manera significativa a incrementar el volumen de recursos disponibles y proporcionando mayores garantías al regadío en zonas de escasez, puesto que el agua residual urbana es una fuente constante y segura de recursos, aun en los años más secos", informaron.
Una de las fuentes de contaminación "más significativas" en las sociedades desarrolladas es la de los vertidos de aguas residuales industriales. Para poder realizar el proceso de depuración con eficacia y su posterior reutilización, "no basta con establecer una red de colectores que conduzca las aguas hasta las plantas depuradoras". Es necesario, en primer lugar, controlar el ciclo de saneamiento desde su inicio. Por este motivo, "es muy importante vigilar los vertidos para evitar que una actuación negligente de algún usuario ocasione graves problemas en la red de alcantarillado o en la propia depuradora la estación depuradora".
La legislación vigente atribuye a los ayuntamientos las competencias en el control de los vertidos al alcantarillado. Por ello, la conselleria de Obras Públicas, a través de la Entidad de Saneamiento, además de asesorar a los ayuntamientos en la elaboración de las ordenanzas municipales de vertidos, también les facilita Planes de Control de Vertidos.
Gracias a estos Planes de Control de Vertidos, los ayuntamientos pueden detectar de manera inmediata todas aquellas empresas cuyos vertidos incumplen los parámetros establecidos en las ordenanzas municipales, indicaron las mismas fuentes.