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EL PERIÓDICO DE ARAGÓN Pág. 7  Jueves, 27/11/2003

Autor: EL PERIODICO BRUSELAS / ZARAGOZA
 
       
 
La UE exige más datos del trasvase al desconfiar de las cifras de Madrid La DGA afirma que el informe apoya sus tesis y los partidos advierten que Aznar toma el pelo a Bruselas 
 
  Tiene dudas sobre los efectos del cambio climático en el caudal y si se respeta el Pacto del Agua de Aragón La polémica hidráulica   
     
 

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La Comisión Europea mostró ayer su desconfianza con las cifras aportadas por el Gobierno central respecto al trasvase del Ebro y le exigió nuevos datos que clarifiquen ciertas cuestiones vinculadas a la incidencia del cambio climático en el futuro caudal del río Ebro, el respeto al Pacto del Agua de Aragón y la influencia de la reforestación en las cabeceras de los ríos pirenaicos.
"En el caso de que los caudales se vieran considerablemente reducidos, podría no haber suficiente agua para que el trasvase no se llevara a término", subrayó el jefe de la Unidad de Agua de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Patrick Murphy, en un informe que leyó en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo. El informe fue interpretado por el Gobierno aragonés como un espaldarazo a sus tesis. "Europa nos da la razón", afirmó tajante el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné.
El Ministerio de Medio Ambiente, por su parte, se mostró satisfecho porque "las dudas que plantea afectan a pocos temas". El documento, que resume la comisión técnica celebrada en Bruselas a mediados de octubre a la que asistieron representantes de los gobiernos español y aragonés, y ecologistas, expresa que la CE todavía mantiene serios interrogantes sobre el plan. Así cuestiona la predicción del caudal de río Ebro prevista por Madrid. "Pensamos que sería útil explorar escenarios alternativos para comprobar hasta qué punto son robustas las predicciones", señaló.
Acto seguido se refirió al Pacto del Agua de Aragón. Recordó que este pacto prevé para los próximos 15 ó 20 años un aumento de las hectáreas regables en la cuenca del Ebro de casi 800.000 en la actualidad a 1,3 millones. Ello conllevará un aumento de la demanda de agua debido a un mayor uso doméstico e industrial de este recurso hasta casi 10.800 hectómetros cúbicos al año. "Lo que no queda claro para la Comisión es el dato de los 850 hectómetros cúbicos que se señala en el Pacto como reserva estratégica", apuntó. Respecto al cambio climático, recordó que España ha calculado una reducción del 10% en las precipitaciones globales, en línea con las proyecciones internacionales para Europa en los próximos 15 o 20 años. "Pensamos que sería útil que el ministerio también tuviera en cuenta que si va a haber un aumento de las temperaturas en esta zona, entonces habrá una mayor utilización del agua. Creemos que sería necesario un esfuerzo para cuantificar el impacto del cambio climático".
En relación al caudal mínimo necesario para proteger el río y el delta del Ebro, reconoció que es una cuestión "extremadamente compleja" de determinar, pero no es suficiente establecer un nivel mínimo de caudal como hizo España, cifrándolo en cien metros cúbicos por segundo. Explicó que no se trata simplemente de establecer un caudal mínimo medio, sino que debe haber cifras sobre el caudal en el Alto y Bajo (Ebro) en verano y en invierno.
Por último, expuso la situación del Delta. En su opinión, esta zona padece "mucho" los efectos de la construcción de presas en la década de los sesenta. Por ello, reclamó una gestión integral del Delta.
El coordinador general de IU-Aragón, Adolfo Barrena, que asistió a la reunión de la comisión de peticiones, advirtió que el Gobierno de España "no aplica su propia normativa, pide financiación para el trasvase sin dar datos y, sobre todo, se burla de la Unión Europea". El eurodiputado del PAR, Juan Manuel Ferrández, aseguró que en las instancias comunitarias hay ya una "cierta sensación" de malestar por la "prepotencia" de José María Aznar.
La eurodiputada del PP María Antonia Avilés, también presente en la reunión, denunció que la "campaña" de varias fuerzas políticas y del presidente aragonés, Marcelino Iglesias, "puede conducir a corto plazo a paralizar las obras del Pacto del Agua". El presidente murciano, el popular, Ramón Luis Valcárcel, presentó ayer un escrito ante la comisión en la que elogia la política hidráulica de su región.