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Aragon
EL PERIÓDICO DE ARAGÓN Pág. 4  Lunes, 06/10/2003

Autor: F. V. L. ZARAGOZA
 
       
 
Manifestación bajo el signo del optimismo 
 
  REPORTAJE La concentración contra el trasvase reunió a miles de aragoneses en la plaza del Pilar   
     
 

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La multitud mostró ayer en la plaza del Pilar de Zaragoza un rostro unánimemente risueño frente a la amenaza cada vez más real del trasvase del Ebro. La decimosexta manifestación contra el proyecto para canalizar agua de Aragón hasta el litoral mediterráneo se celebró en un ambiente cargado de optimismo, como si la fecha prevista para el comienzo de las obras, el año 2004, a la vuelta de la esquina, fuera un peligro que todavía es posible exorcizar.
"No empezarán el trasvase, no podrán, no les dará tiempo" , respondían quienes eran interrogados por los medios de comunicación, ya fueran responsables políticos, militantes o simples manifestantes.
"Bruselas les parará los pies" , opinaban los europeístas más informados.

"No hay dinero para hacerlo, y el anuncio de que van a empezar las obras es puro electoralismo" , razonaba un maestro venido de La Almolda, en los Monegros zaragozanos.
En la fachada principal del ayuntamiento, una gigantesca pancarta de Chunta Aragonesista rezaba: Trasvase, no
. Y el eslogan se repetía en las miles de pequeñas pancartas, globos y banderas que los antitrasvasistas del PSOE, PAR, CHA, IU y diferentes sindicatos esgrimían con orgullo ante el escenario donde se sucedían actuaciones musicales de La Orquestina del Fabirol y de María José Hernández.
Los aires del folclore aragonés llenaban ya el rectángulo de la plaza cuando a las doce y diez, la hora convenida, Marcelino Iglesias, presidente de Aragón, y Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, se vieron a la puerta del consistorio y se saludaron afablemente.

El encuentro cobraba un simbolismo que traía a la memoria pasados desencuentros, cuando un ayuntamiento popular y una DGA socialista utilizaban el trasvase como arma arrojadiza.
Iglesias y Belloch hablaron del tiempo, que salió nuboso, ventoso y algo frío, y se dirigieron hacia el escenario donde debía leerse el manifiesto antitrasvase. Ciudadanos anónimos se les acercaban para estrecharles la mano e intercambiar unas pocas palabras.

Camino de la cabeza de la concentración, la comitiva oficial atravesó la muchedumbre que se espesaba entre las dos puertas del templo del Pilar y bajo la marquesina en la que un grupo de jóvenes de Coagret (Coordinadora de Afectados por Grandes Embalses y Trasvases) habían desplegado estratégicamente una larguísima pancarta en la que hacían constar su No al trasvase y a sus embalses
y pedían un Ebro Vivo
.

La pancarta era sostenida por personas disfrazadas de Spiderman.
"No" , corrigió Julián, un miembro de Ríos Vivos, dependiente de Coagret, que vendía camisetas y gorras antitrasvasistas en un puesto montado junto a la calle Alfonso.
"Van vestidos de
superríos" .
Junto a ellos, Greenpeace preconizaba en otro gran trozo de tela una política hidráulica ahorrativa y eficaz. Y más allá, en un ángulo de la plaza, se erigía una pancarta con un contundente Yesa, no
, y otra, de Ecologistas en Acción, donde se arremetía por igual contra el trasvase y el Pacto del Agua. El centro de la plaza había sido ocupado por una barca de la asociación Iberflumen, de Vadorrey, que se utiliza todos los años para hacer un descenso reivindicativo por el tramo urbano del Ebro.
"El trasvase no se hará, lo de la partida presupuestaria es una medida electoralista" , afirmaba, tajante, José Luis Lasheras, secretario provincial del sindicato agrario UAGA en Zaragoza, quien parecía más preocupado por la presencia en la plaza de grupos y partidos opuestos al recrecimiento del embalse de Yesa.

"Lo que realmente importa
--subrayó--
es que el Gobierno de Aragón saque adelante las obras hidráulicas del Pacto del Agua, que están paralizadas desde hace diez años, sobre todo en Monegros y Cinco Villas" .

La lectura del manifiesto, a cargo del cantautor, escritor y periodista Joaquín Carbonell, fue el momento de mayor expectación. Carbonell se metió al público en el bolsillo cuando dijo desenfadadamente:
"Buenos días, amigos, cada año somos más, más incluso que viendo a los
Rolling Stones" .

La gente aplaudió entusiasmada cuando el cantautor se refirió a la
"dignidad de los aragoneses" , asintió convencida a su afirmación de que
"No somos ni más ni menos que nadie"
y se quedó admirada ante una cita de Cicerón según la cual
"La fuerza es el derecho de las bestias" , contrapunto civilizado al
"paseo militar"
y al
"trasvase por cojones"
que blandieron los ministros de la primera legislatura popular.
"Vamos a ser los camareros de la opulencia de una costa regada con nuestra agua" , siguió Carbonell en tono negativo, para añadir a continuación, a modo de contrapeso, que
"para impedir que se haga el trasvase, saldremos a la calle noventa veces nueve" .
El cantautor criticó duramente al Gobierno central, de quien dijo que se había opuesto al diálogo y que no organizaba congresos sobre el uso del agua
"porque no tiene científicos ni argumentos"
para sostener sus tesis trasvasistas.
La plaza entera coreó a continuación varias de sus canciones, entre ellas La peseta
y Las coplas del agua
. El grupo musical La Bullonera
subió al escenario e interpretó antiguas canciones de su repertorio.
Para entonces eran ya las dos de la tarde y en la plaza, batida por un cierzo que había logrado ahuyentar las nubes, empezaban a verse los primeros claros.
Sobre las dos y media, el grueso de los manifestantes se dispersó de vuelta a sus casas, mezclando su optimismo frente al trasvase con la alegría de las calles tomadas por las fiestas.
CONVICCION Los manifestantes confían en que las obras no empezarán en el 2004
MANIFIESTO Joaquín Carbonell provocó risas, reflexiones y prolongados aplausos