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Valencia
El pleno de las Cortes Valencianas aprobará esta mañana con toda probabilidad la propuesta del Grupo Popular de que el Parlamento apoye y financie la manifestación a favor del Plan Hidrológico Nacional (PHN) y del trasvase del Ebro convocada para el próximo 2 de marzo en Valencia por organizaciones agrarias y empresariales afines al PP. Y ello a pesar de que el Presupuesto de las Cortes no tiene ninguna partida que permita destinar dinero a esa finalidad. La oposición votará en contra, por considerar que el PP sólo pretende hacer un uso partidista de la institución.
El Consell acordó el martes sumarse a la iniciativa del PP de apoyar la manifestación en defensa del PHN y del trasvase del Ebro -convocada para el 2 de marzo en Valencia por la Asociación Valenciana de Agricultores y a la que ayer se sumó la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa Valenciana- y decidió fomentar la marcha y colaborar con sus organizadores 'para lograr la mayor participación ciudadana'. El mismo día, el PP forzaba la convocatoria de un pleno extraordinario de las Cortes -se celebrará hoy- con idéntica finalidad, incluida la propuesta de que el Parlamento financie la marcha. La oposición considera que de esta manera el PP demuestra que usa las instituciones con fines electoralistas y las convierte en un 'apéndice' de su 'comité de campaña' electoral para los comicios autonómicos de mayo.
Pero, si bien el Consell puede echar mano de su presupuesto y justificar de diversas maneras su apoyo económico a la manifestación, el caso de las Cortes es distinto. El Presupuesto de la Cámara no incluye ninguna partida para ello. Por eso, los socialistas están estudiando jurídicamente el asunto, ante la posibilidad de que la decisión de destinar fondos presupuestarios de las Cortes a financiar la manifestación pudiera constituir un delito de malversación de fondos públicos. En todo caso, el PP se quedará solo a la hora de aprobar la iniciativa, a la que los grupos de la oposición han presentado enmiendas.
Todo esto es consecuencia de la decisión de PP de convertir el PHN y el trasvase del Ebro en su principal baza contra los socialistas de cara a la campaña electoral, ante las discrepancias surgidas en torno a ambos proyectos entre las diversas organizaciones territoriales del principal partido de la oposición. Sin embargo, las cosas se complican: en Cataluña, Convergència i Unió ha advertido de que ni el PHN ni el trasvase se pueden ejecutar si no se garantiza un caudal mínimo que asegure el futuro del Delta del Ebro. Si el Gobierno de CiU planteó primero como un logro la obtención de un Plan Integral del Delta del Ebro (PIDE) que permitía la aprobación del PHN, dos años después y en periodo preelectoral lo plantea como instrumento útil para frenar la ley hídrica y recuperar la confianza perdida en amplios sectores sociales antitrasvase. El delegado del Gobierno de la Generalitat en las tierras del Ebro, Francesc Sancho, aseguró el miércoles que los representantes del Ejecutivo catalán en el consorcio del PIDE no aprobarán un plan integral que no dé garantías del mantenimiento de un caudal básico, para lo que debe estudiarse la alternativa del trasvase del Ródano, se revise al plan de cuenca y se paralice el PHN.
Una de las obras polémicas incluidas en el anexo del PHN, el trasvase Júcar-Vinalopó, ya cuenta con ofertas para la construcción de sus cinco tramos. Aguas del Júcar, encargada del trasvase, ha recibido un total de 74 ofertas de cuatro constructoras y 21 uniones temporales de empresa. El 13 de febrero se abrirán las ofertas para adjudicar las obras, que parten de un coste de licitación de 159,34 millones de euros.
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