REGIONAL EXTREMADURA
AGT Recepción: 13:27 |
EUROPA PRESS | Pág.
Miercoles, 26/03/2003 Autor: |
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EXTREMADURA .- La Junta estudia la viabilidad de construir una presa en Villalba para regar unas 6.000 hectáreas en Tierra de Barros |
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[4679 Caracteres] La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta estudiará la viabilidad de la posible construcción de una presa en el entorno de Villalba con un potencial de riego de unas 6.000 o 7.000 hectáreas de terreno en la zona de Tierra de Barros. Así lo puso de manifiesto hoy el director general de Estructuras Agrarias, Antonio Vélez, quién explicó que para analizar la viabilidad del proyecto, desde la Administración regional se ha sacado a concurso el estudio, ahora mismo en fase de contratación, que deberá ejecutar la consultora adjudicataria en un periodo de un año. En cuanto a los costes de esta presa, indicó que se baraja una media de 6.010 euros de transformación por hectárea, que aportarían en un 50 por ciento los regantes y la parte restante, las administraciones financiadoras del Plan Nacional de Regadíos, y en cualquier caso, unos ratios "razonables", a su juicio, dentro del contexto global previsto para la transformación en regadío en Tierra de Barros. Antonio Vélez avanzaba este proyecto, momentos antes de su comparecencia ante la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Asamblea, para informar a petición del Grupo Popular sobre un estudio realizado por la empresa "Typsa" acerca de la viabilidad técnica, económica, social y ambiental del proyecto de transformación en regadío de 20.000 hectáreas en la zona de Barros. Dicho estudio, como señaló, ya fue presentado en su momento en distintas localidades de Tierra de Barros y en general, establece "muchas expectativas" para la comarca pacense. El estudio en cuestión, indicó que se realizó sobre 55.000 hectáreas de terreno en Tierra de Barros, que deberían ser abastecidas por el pantano de Alange, sobre una concesión prevista de 52 millones de hectómetros con unas 18.000 hectáreas que van a posibilitar los riegos de apoyo de viñedo y olivar. En concreto, un 65 por ciento de viñedo y un 35 por ciento de olivar. El objetivo de esta transformación es estabilizar las producciones en Tierra de Barros y la calidad de las mismas, especialmente en viñedo y en segundo lugar en olivar. En cuanto al procedimiento para la constitución de la comunidad de regantes en la zona aseguró que "va bien, dentro de la lentitud propia de este tipo de proyectos" al tratarse de regadíos privados que deberán financiarse en un 50 por ciento por la Junta y el Ministerio y el resto por los propietarios. IMPACTO AMBIENTAL EN LA ZONA DEL PRADO DE LACARA Por otro lado, el director general de Medio Ambiente, Leopoldo Torrado, informó en la misma comisión, también a petición del Grupo Popular, sobre la solución definitiva adoptada para el acondicionamiento de la carretera N-214, entre la N-630 y Alburquerque, y evitar el impacto medioambiental a su paso por el Prado de Lácara, donde según el PP se prevía el arranque de 150 alcornoques. En este sentido, indicó que los daños serán mínimos en la zona de mayor interés biológico, en este caso en el puente y el prado de Lácara, ya que el proyecto prevé el mismo trazado de carretera que había anteriormente, con lo que el número de árboles necesario talar será mínimo, y en el resto de vía "los estrictamente necesarios". Recalcó además que la Declaración de Impacto Medio Ambiental prevé que por cada uno que se tale se deberán plantar cinco de la misma especie con el fin de minimizar el impacto de una carretera "totalmente necesaria", incluida dentro del Plan de Carreteras de la Junta. Torrado recordó que la declaración de Impacto Ambiental se hizo el 10 de junio de 2002, y se publicó posteriormente en el DOE recogiendo que las obras de acondicionamiento de la carretera transcurrían sobre el actual trazado en la zona del Prado y en el puente de Lácara. Asimismo, señaló que en la declaración de Impacto Ambiental, se establecían medidas correctoras para preservar el medioambiente y minimizar el impacto tanto a la flora, con una limitación expresa de corte de arbolado autóctono y la obligación de que se lleve a cabo una repoblación de cinco nuevos árboles de la misma especie, por cada uno que no se pueda salvar, además de medidas para proteger la fauna, prohibiendo actuaciones en periodos de nidificación, entre abril y julio. En el proceso, indicó que se presentaron alegaciones extemporáneas como en el caso del Ayuntamiento de Mérida, fuera del mes en el que el proyecto estuvo sometido a información pública. Por último, el director general destacó que "las obras en Extremadura se están haciendo con rigor muy importante en relación al impacto ambiental. Ese rigor se utiliza igualmente tanto para obras de la Diputación, la Junta o del Estado, por tanto las cosas se están haciendo bien", concluyó. |
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