REGIONAL ARAGON
AGT Recepción: 19:25
EUROPA PRESS Pág.   Lunes, 24/03/2003

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ARAGON .- PHN .- Una profesora de la Universidad de Zaragoza dice que el Plan 'será peligroso desde el punto de vista ambiental' 
 
     
     
 

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La profesora de la Universidad de Zaragoza, Luisa María Frutos Mejías afirmó hoy en Murcia, donde pronunció la conferencia 'Diacronía de las actuaciones hidráulicas en la cuenca del Ebro (1901-2000)', que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) "será una inversión enorme, económicamente es discutible que sea rentable y desde el punto de vista ambiental será peligroso".
Frutos Mejías, quien consideró que, desde el punto de vista ambiental, el PHN "plantea muchos problemas, no tanto en Aragón, como en el Delta del Ebro, aunque desde el punto de vista técnico es viable", aseguró que el agua "no sobra y nunca se tira al mar, pues el Mediterráneo necesita agua dulce para seguir viviendo, y si no se vierte agua limpia y se vierte un agua contaminada o muy poca, el Mediterráneo se nos va a morir".
Además, indicó que el Delta del Ebro, que "ya ha sufrido una enorme disminución de aportación por los embalses que ya hay, puede resultar destruido completamente", a lo que añadió que "ojalá pudieramos resolver el traer agua a Murcia de otra manera que no fuera construyendo ese enorme y gigantesco canal, que no va a poder ser recorrido con agua fluyente todos los años y a todas las horas, pues hay muchísimos años que el río está por debajo de la media de caudal".
Asimismo, manifestó que con el trasvase del Ebro al Levante español "va a haber dos problemas como son el retroceso del Delta y la salinización, porque al no haber agua dulce, se invade por agua salada", y señaló que los estudios realizados "no son suficientemente fiables y ésta no parece que sea una solución muy buena para el Delta".
A su juicio, actualmente "hay un contencioso entre las Comunidades Autónomas de Murcia y Aragón que no debería haber existido, pues los políticos han hecho mal enfrentando a comunidades que son hermanas".
Frutos Mejías explicó que con las obras que se proponen en el Plan, que "recoge algunas cuestiones de cuenca y del Pacto del Agua, cuando haya una crecida extraordinaria por acumulación de agua en las cabeceras de ríos, coincidiendo con lluvias torrenciales o muy frecuentes y deshielos, los pantanos, aunque haya 200 más, no pueden regular toda esa cantidad de agua".
Asimismo, indicó que en Aragón "uno de los conflictos internos que hay es el que se plantea entre la montaña y el valle", a lo que añadió que el Pacto del Agua de Aragón "está contestado por una parte importante de los aragoneses, que pide una mayor cultura de ahorro de agua, en lugar de una proliferación de obras hidráulicas, porque eso no va a controlar definitivamente el río".
Igualmente, manifestó que "es verdad que podría existir alguna regulación más, pero los grandes pantanos y las macro obras hidráulicas son muy agresivas con el medio natural y con la población que vive en esos valles, y que en estos momentos está empezando a levantar cabeza porque está viviendo del turismo, pero si les inundamos los valles, esto se acabó".
Frutos Mejías dijo no tener "una idea muy clara de como va a acabar esto, pues hay muchos intereses políticos encontrados". En este sentido, señaló que "si el PHN se hubiera planteado de otra forma y se hubiera reunido a las comunidades autónomas, intentando llegar a acuerdos y ofreciendo contrapartidas, quizás la cosa hubiera sido mucho más suave y no se hubiera enfrentado a dos comunidades que no tienen por qué enfrentarse".
"AMBIENTE CATASTROFISTA" POR DESBORDAMIENTOS
Además, explicó que en la última crecida del río Ebro, que "no ha sido tan fuerte como la del año 61, ha habido unos desbordamientos que han planteado un cierto ambiente catastrofista que no ha sido tanto, y el problema no ha sido sólo que el río llevase mucha agua y que los embalses de cabecera estuvieran llenos, sino que desde el año 61 se han construido muchas defensas muy cercanas al lecho de inundación del río".
Igualmente, señaló que en el caso de Pradilla lo que ocurrió fue que el agua "rebotó en una de las motas y saltó sobre el pueblo, con lo que la mota no efectuó su papel de defensa, por lo que se ha planteado la necesidad de dejar más libertad al río y retirar más las motas".
Frutos Mejías también indicó que "se nota una disminución de las aguas bajas en situación climática corriente, pero en situaciones de sequías prolongadas siguen habiendo estiajes", y añadió que "toda la regulación del río no puede ser al cien por cien, sino que hay que hacerse a la idea de que los ríos son una situación dinámica natural y que hay que dejarles libertad para que funcionen".
"DEUDA HISTÓRICA DE ARAGÓN"
Asimismo, manifestó que los aragoneses "comprenden que en el sureste español se necesita agua, pero también piensan que Aragón tiene una deuda histórica que no le han pagado, porque hay unos proyectos de regulación y de regadío, que se iniciaron a principios del siglo XX y que a estas alturas no se han culminado".
Finalmente, concluyó que "si estos proyectos se hubieran culminado en su debido momento, a mediados del siglo XX o como mucho en los años 60 ó 70, posiblemente el pensamiento de los aragoneses sería distinto en este momento, pero ahora se sienten agredidos en ese sentido".