REGIONAL MURCIA AGT Recepción: 14:25	EUROPA PRESS	Pág.   Sabado, 21/06/2003 Autor:
	MURCIA .- Murcia es la primera comunidad autónoma con mayor porcentaje de superficie desertizada, con un 99,09 por ciento
	[2637 Caracteres] p> Murcia sería la región española con un mayor porcentaje de superficie desertizada, con el 99,09 por ciento de la misma (1.121.022 has), según los datos reflejados en el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación publicados por el diario ABC y recogidos por Europa Press. Tras la Región, las siguientes comunidades autónomas afectadas por este fenómeno serían la Comunidad Valenciana con un 93,04 por ciento (2.163.574 has), Canarias con el 90,48 por ciento (673.804 has) y Andalucía con una superficie del 58,46 por ciento (5.121.357 has). A estas regiones le siguen Castilla-La Mancha con una superficie del 43,68 por ciento (3.471.295 has) afectada por la desertización, Cataluña con un 41,89 por ciento (1.345.140 has) y Madrid con un porcentaje del 37,52 por ciento (30.190 has). En el lado opuesto se sitúan las regiones del norte español entre las que se encuentran Galicia, en donde sus 2.957.447 hectáreas de superficie están a salvo de la desertización, Asturias, libre de desertización, Cantabria donde el 99,72 de su superficie (673.804 has) se encuentran libres de este fenómeno medioambiental, el País Vasco con el 93,31 por ciento de su superficie (675.056 has) a salvo, Navarra con el 60,39 por ciento de incidencia nula (298.987 has) y La Rioja con el 59,26 por ciento (298.987 has) no afectado. Castilla y León tiene el 47,31 por ciento de su superficie a salvo de la desertización y sólo el 2,12 por ciento (199.540 has) afectado por la misma, mientras que Aragón tiene el 28,65 por ciento (1.367.523 has) de su superficie bajo la incidencia alta o muy alta de este fenómeno. Los expertos señalan cinco "puntos calientes" en España en lo que a la desertización se refiere y apuntan al sureste del país como el más castigado por el abuso del suelo y de los recursos hídricos. Destacarían así los olivares de Córdoba, que se han extendido a las zonas más pendiente donde nunca se habían cultivado y donde según los expertos, la erosión hídrica tras una tormenta sería brutal; los viñedos de Castilla-La Mancha, alimentados por regadíos y en donde se esquilma la capa freática, "por lo que habría que pensar si no estamos hipotecnado el futuro a costa de un benficio inmediato"; la zona central del valle del Ebro, debido a un proceso de salinización muy fuerte del suelo y del agua; y por último las dehesas de Extremadura, en donde según los expertos, el cultivo del cereal está en regresión, con el consiguiente abandono de los suelos al tiempo que se afianza una sobrecarga ganadera, que sirve para destruir la cubierta herbácea de la dehesa.