REGIONAL ANDALUCIA
AGT Recepción: 18:11
EUROPA PRESS Pág.   Jueves, 16/01/2003

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ANDALUCIA .- Jaén .- El delegado de Salud acusa a la CHG de 'no cumplir su obligación' en la contaminación del agua del Rumblar 
 
     
     
 

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El delegado provincial de la Consejería de Salud en Jaén, Juan Francisco Cano, acusó hoy a la Confederación Hidrográfica de Guadalquivir de "no cumplir su obligación y lo que la normativa les obliga" en el asunto de la contaminación por dos tipos de plaguicidas, la terbutilazina y la simazina, del suministro de agua que aporta al Consorcio del Rumblar, con el que la empresa Aguas Jaén S.A. abastece a ocho localidades jiennenses.
En un comunicado remitido a Europa Press, Cano subrayó que "es competencia de la CHG facilitar a Aguas Jaén un agua de buena calidad y en este caso no lo ha hecho, sino que lo que ha intentado es iniciar un camino de confrontación con el resto de administraciones y entidades relacionadas con este tema, sin intentar en ningún momento poner medios para resolver el problema".
El delegado recordó que la contaminación detectada el pasado mes de diciembre "aparecía en principio en una represa propiedad de la CHG, situada junto a la Estación Depuradora de Aguas de Zocueca" y que la Confederación "es la que regenta el embalse y el cauce del río de donde procedía ese agua antes de suministrarla y venderla al Consorcio del Rumblar, por lo que debería haber realizado todas las acciones a que le obliga la legislación para eliminarla de todos esos lugares".
"Por el contrario, Aguas Jaén sí llevó a cabo todas las actuaciones necesarias para reducir estos excesivos niveles de plaguicidas a partir de donde le compete, es decir, desde que recibe el agua en la citada depuradora, lo que consiguió hasta convertirla de nuevo en potable, gracias al buen trabajo que realizaron sus técnicos", afirmó.
Cano indicó a los responsables de la CHG que en varios artículos de órdenes ministeriales que desarrollan la actual Ley de Aguas, se estipula que "la labor de policía de aguas la ejerce la administración hidráulica en cada caso, que en la cuenca del Guadalquivir corresponde a la CHG, por lo que ésta es la responsable de las características de las aguas destinadas al abastecimiento humano y de las cualidades básicas de calidad que deben ser mantenidas en las corrientes de agua superficiales cuando sean destinadas a la producción de agua potable".
Igualmente, señaló que la orden ministerial de 8 de febrero de 1988 atribuye también a las administraciones hidráulicas la responsabilidad respecto a "los métodos de medición y a la frecuencia de muestreo y análisis de aguas superficiales destinadas al consumo humano".
Las competencias de la administración sanitaria en relación con el agua potable de consumo público, según apuntó Cano, son "la vigilancia y control de las empresas abastecedoras y distribuidoras de este líquido, como hemos hecho con total rigurosidad y premura en este caso".
"Nada más constatar que el agua suministrada rebasaba los niveles de presencia de dos plaguicidas permitidos por la legislación, se redactó una resolución de no potabilidad y se instó a Aguas Jaén a que solucionara el problema, como así hizo con la mayor inmediatez posible", argumentó.
Además, la Delegación de Salud ha enviado un escrito a la CHG para solicitarle información de la evolución de los niveles de terbutilazina y simazina en el embalse del Rumblar, en "la cuenca correspondiente al ámbito de su vigilancia y en la referida represa, porque desde el pasado 13 de diciembre no hemos recibido ningún dato al respecto", agregó Cano.