REGIONAL CATALUNYA
CATALUNYA
El mundo Pág. 6  Lunes, 28/07/2003

Autor: SANDRA MORALES
 
       
 
SEGUN EL NUEVO DECRETO DEL GOVERN Los campos de golf se regarán con agua reciclada  
 
     
     
 

[4,037 Caracteres]
BARCELONA.- El 70 por ciento de los 69 campos de golf de Cataluña -30 de los cuales son pich and putt- están ya «en trámites» para conectarse con una depuradora, según el director general de la Federación Catalana de campos de golf, Santiago Ollé. Hay, además, un 15 por ciento que ya usan agua de depuradora y los restantes empezarán «cuanto antes» los trámites.
Todos han aceptado pagar el gasto que supone la conexión, después, eso sí, de que el proyecto de decreto del agua que prepara el Departament de Mediambient de la Generalitat, les obligue a usar agua reciclada y sufragar los gastos.
Aún así, el camino hasta la aceptación de los campos de golf de todos los requisitos que les pide ese decreto ha sido largo.«Llevamos dos años negociando con la Agencia Catalana del Agua», cuenta Ollé, «desde antes de que apareciera el proyecto de decreto».Es que antes de ese decreto la Generalitat hizo un Plan Director para regular el uso de agua en las instalaciones de golf, en 2001 y con aplicación en 2002, cuando la sequía afectaba a Cataluña.
El proyecto de decreto de la Generalitat sobre el uso del agua en los campos de golf se publicó en el BOG el 24 de marzo de este año. En el documento se establecen las condiciones para la aplicación de aguas depuradas al riego de los campos. Además de responsabilizar a los campos de la conexión de sus instalaciones con las depuradoras exige a los que tengan riego automático, «que cuenten con una estación meteorológica (...) que permita el paro automático del sistema en el caso de precipitaciones», según un comunicado del Departament de Mediambient de la Generalitat.
Asimismo se advierte de que, para obtener la concesión de aguas depuradas, «los campos deben presentar un proyecto donde se determinen las obras de captación, conducción y otras, y las instalaciones necesarias y un estudio técnico hidrogeológico».
El director general de la Federación Catalana de Golf admite que con la problemática de la falta de agua debe implicarse todo el mundo. «Somos conscientes del problema que existe en Cataluña por la falta de agua, y debemos colaborar», decía Ollé. Pero lo cierto es que ha sido a partir de la aparición de este nuevo proyecto de decreto cuando se ha empezado a utilizar el agua de depuradoras -de momento sólo en los campos más nuevos que empezaron la actividad con la conexión ya hecha.
Cuando apareció el borrador de la nueva normativa la Federación presentó un pliegue de alegaciones, con 29 folios. «Eran sobre todo de carácter técnico», dice Ollé, «hacían el proyecto inviable», añade. Lo justifica con una de las medidas que preveía el borrador, y es que se hicieran análisis mensuales de la calidad y la composición del agua.
«El balance agronómico deberá ser mensual», apuntaba el proyecto.
Asegura Ollé que esto cambiará cuando aparezca el proyecto definitivo.Pero asegura que los controles, a pesar de no ser como pretendía la Generalitat, se harán. «Se controlará porque el agua de la depuradora no va directamente al riego, sino a unas cubas donde sí se puede controlar, casi a diario, la calidad del agua», explica el responsable de la Federación.
Otra de las cuestiones que preocupaba a los golfistas era asegurar la cantidad necesaria para evitar que el césped «estuviera marrón» porque eso aullentaría a sus posibles clientes y a «los turistas que vienen buscando campos de calidad». Ahora, de hecho, Ollé reconoce que el límite de consumo que prevé el proyecto de decreto «es suficiente» para mantener «en condiciones óptimas», los campos.
Esperan que en el proyecto definitivo se modifique también el plazo que se establecía en un principio para que todos los campos tuvieran completada su conexión con las depuradoras y que era de dos años. «Es imposible, porque los trámites lo retrasan todo, es muy lento», se justifica Ollé.
A la espera de ver el texto definitvo, se sienten «satisfechos» de que la mayoría de sus alegaciones hayan sido aceptadas.