REGIONAL MADRID
2ª Madrid

EL MUNDO

Pág. 10  Martes, 04/03/2003

Autor: ALFREDO MERINO
 
       
 
Medio Ambiente. No caía tanta agua desde hace décadas, los embalses rebosan y la Sierra esta llena de nieve. A pesar de ello, los expertos nos advierten que no despilfarremos este recurso Mucha agua, nunca demasiada  
 
     
  Pie de foto:Un bando de cormoranes descansa ayer en un posadero artificial situado en el centro del embalse de Valmayor, al 81% de su capacidad./ CHEMA TEJEDA   
 

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Espectacular. El nivel de agua embalsada de los pantanos madrileños está que se sale. Literalmente. Tanto es así, que para evitar problemas de avenidas e inundaciones, los últimos días se han abierto un poco las compuertas de algunos de ellos. Lo suficiente como para que el caudal ecológico imprescindible de nuestros ríos, esté algo por encima de lo habitual.
Según los datos aportados por el Canal de Isabel II, las lluvias que han caído como cabe esperar de un invierno fiel a su condición húmeda, han aumentado hasta el 78% de su capacidad media total de almacenaje: 736 millones de metros cúbicos.
Para hacerse una idea, tan sólo cuatro meses atrás, a finales de noviembre, no «teníamos» nada más que 345 millones de metros cúbicos. Cifra que estuvo a las puertas del decreto de sequía.En tan breve periodo, hemos acumulado unos 400 millones de metros cúbicos, lo que supone el 40% de la capacidad de almacenaje.
Los embalses madrileños que muestran un nivel más envidiable son el de El Villar, al 92% de su caudal; La Aceña, el 90% y Los Morales, al 88%.
Tan boyante situación no hace bajar la guardia a los responsables de la gestión de nuestra agua. Por una vez en la vida, y sin que sirva de precedente, técnicos, políticos y ecologistas están de acuerdo. Para todos el agua es un bien escaso, del que debemos evitar su despilfarro.
«El que estemos significativamente mejor que hace un año, no nos tiene que impulsar a derrochar el agua. Tenemos que ser cuidadosos ahora que hay bastante, conservándola para cuando sea escasa», explica Arturo Canalda, gerente del Canal de Isabel II.
«Esto es lo normal en un periodo húmedo como el invierno y es ahora cuando tenemos que incentivar el ahorro, para crear hábito» advierte Santiago Martín Barajas, portavoz de Ecologistas en Acción.
En este sentido, el Gobierno madrileño ha hecho público recientemente su Plan de Ahorro, con el que se pretende reducir el consumo de agua de los madrileños un 10% en los próximos 10 años. Su objetivo es reducir el volumen de agua destinada al consumo, de 674 hectómetros cúbicos previstos en 2011 a 600.
Con una vigencia hasta 2012, se pretende asegurar en un 96% el abastecimiento de nuestra región, caracterizada por su crecimiento anual en torno al 2% de su parque de viviendas.
En opinión de Martín Barajas, éste y no otro es el gran problema del agua en Madrid. «Soportamos un crecimiento urbanístico que es insostenible.Hemos tocado techo y, de seguir esta tendencia, sufriremos un colapso ambiental.
Con una inversión de 583 millones de euros, contempla 35 medidas, entre las que se incluye la reutilización de aguas depuradas y la obligatoriedad para las nuevas urbanizaciones de que posean dos redes, una de agua potable y otra de agua reciclada para el riego.
La demanda actual de la región madrileña es de 1,2 hectómetros cúbicos por día, algo que traducido a dimensiones más comprensibles, equivaldría a beberse el volumen de tres torres Picasso juntas.Las previsiones del Canal de Isabel II, prevén un crecimiento de 674 hectómetros cúbicos en 2011.
En la actualidad se trabaja en un ambicioso proyecto que en momentos favorables, como el actual, permitirá enviar el agua sobrante al acuífero principal de la región, conservando, eso sí, el caudal superficial recomendable. Se han desarrollado pruebas piloto y su complejidad es enorme, pues se trata de que los pozos que van al acuífero, pasen a ser de elementos extractores a tuberías inyectoras. Los expertos estiman que el proyecto no podrá llevarse a cabo hasta dentro de ocho años mínimo.
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APOYO TRILOGIA DEL DELITO AMBIENTAL .
Después de su despilfarro, el maltrato a las aguas es el principal problema que sufre este importante elemento.
Según los datos aportados por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), la mayoría de las más de 180.000 intervenciones efectuadas a lo largo del pasado 2002, en toda la geografía nacional, tuvieron que ver con el vertido a las aguas de todo tipo de sustancias contaminantes, como los peligrosos vertidos de purines.
El maltrato a nuestras aguas forma parte de la trilogía del delito ambiental de nuestro territorio, junto con las infracciones derivadas de la caza y a las faltas a las leyes sanitarias, por vertidos de residuos industriales, tóxicos y urbanos.
En dicho periodo se originaron 8.573 infracciones a las leyes que tutelan la calidad de las aguas continentales, es decir, las de los ríos, lagos, lagunas, embalses y corrientes subterráneas.
Con respecto a los residuos industriales tóxicos y urbanos se impusieron 42.322 denuncias, mientras que por faltas de la caza se diligenciaron 26.777 infracciones.