SOCIEDAD CIENCIA
2ª Madrid
El Mundo Pág. 34  Jueves, 02/10/2003

Autor: URSULA MORENO. Especial para EL MUNDO
 
       
 
Alemania, en 'dique seco' Tres meses sin lluvias amenazan el intenso transporte fluvial en el país  
 
     
  Pie de foto:Vista del río Rin, a su paso por Colonia, con una bajada histórica de su nivel de agua de 80 centímetros. / AFP   
 

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BERLIN.- De sobra es conocida la afición del alemán a hablar del tiempo. «Se ha vuelto loco», comentan ante los desequilibrios climáticos de los últimos años.
Cuando acaba de celebrarse el primer aniversario de las peores inundaciones del siglo, que castigaron el sur del país, Alemania padece ya el tercer mes de sequía. Al calor registrado en verano, con temperaturas que superaron todos los récords, se ha sumado ahora la falta de lluvias.
El hidrólogo Lucas Menzel, del Instituto de Estudios Climáticos de Potsdam, reconoció a EL MUNDO que «estamos sumidos en un cambio climático en el que se alternan los períodos de extrema sequía con otros de humedad». Según este científico, los aguaceros no se limitan al verano, sino que también serán la forma de lluvia más habitual en invierno.
«En los últimos 30 ó 40 años el proceso de recalentamiento se ha disparado como no lo había hecho en el último milenio», sentencia el hidrólogo alemán.
Los problemas no se han hecho esperar. Si en verano fue necesario desconectar centrales nucleares, ahora el bajo nivel de los ríos causa frecuentes accidentes fluviales. El aspecto del Rin es desolador. A la altura de Coblenza la cota no alcanza los 40 centímetros, cuando la profundidad media es de dos metros. Aunque los radares permiten que sea navegable, el riesgo para las barcazas salta a la vista. La primera vía de tráfico fluvial del país registró dos graves accidentes en tres días. El domingo un barco de excursionistas embarrancó al sur de Coblenza. Cuarenta personas, en su mayoría turistas extranjeros, resultaron heridas, tres de ellas de gravedad. El martes era un carguero con 400 toneladas de fuel el que tocaba fondo a la altura de Bonn. Aunque no llegó a producirse un desastre ecológico, las barcazas del Rin apenas si se atreven a navegar con menos del 50% de la carga habitual y haciendo filigranas para no encallar.
Aunque en opinión de Menzel la sequía toca a su fin, Alemania tendrá que prepararse mejor para la alternancia entre sequías e inundaciones. «Los problemas de suministro energético o del tráfico fluvial podrían complicarse mucho más», añade este experto.Según Menzel, la temperatura media seguirá subiendo de aquí al 2050 y con ella los extremos climáticos.