NACIONAL Sociedad
EFE Recepción: 09:42 |
Agencia Efe | Pág.
Viernes, 05/09/2003 Autor: |
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CHINA-PRESA (crónica) Belleza de la naturaleza y obra humana unidas en Tres Gargantas |
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[3907 Caracteres] Por Paloma Caballero Wuhan (Hubei, China), 5 sep (EFE).- El paisaje nebuloso de 192 kilómetros de desfiladeros en el río Yangtzé, cuna de civilizaciones e inspiración del poeta Qu Yuan y de algunos líderes chinos del siglo XX obsesionados por acabar con las inundaciones, suma su mítica belleza a la gigantesca presa de las Tres Gargantas. Con un coste de 25.000 millones de dólares y capacidad de generar 700.000 megawatios en cada una de sus 26 turbinas cuando finalice en el año 2009 del 25 por ciento restante de la obra, ésta fue concebida por Sun Yat Sen -el padre de la China moderna con la revolución de 1911- pero no fue tomando consistencia hasta 1944 debido a la poca industrialización. Soñada por Mao, quien incluso le dedicó un poema en el que se mostró convencido de que el paisaje no cambiaría y la obra llenaría de orgullo a los chinos, ocupa también la parte central de las memorias recién publicadas del ex primer ministro Li Peng. En el prólogo de esas memorias que, rompiendo la tradición, Li publicó apenas a cinco meses después de retirarse, confiesa que sus estudios de ingeniería hidroeléctrica en la URSS le llevaron a obsesionarse con su construcción. Según Li, el presidente Jiang Zemin también estuvo convencido de su necesidad y su primer viaje como secretario general del partido comunista fuera de Pekín, en julio de 1989, fue para inspeccionar el terreno donde iba a construirse. "Yo efectuaré mi decimosexta visita a las Tres Gargantas (mi proyecto preferido) a finales del 2003. También visitaré las nuevas ciudades y fábricas que acomodaron a los desplazados para comprender la vida de los emigrantes y la eficacia de nuestras medidas medioambientales", escribió en el epílogo Li. Miles de poemas y leyendas se inspiraron en el río más largo de China (6.700 kilómetros) y el tercero del mundo tras el Amazonas y el Nilo, en los más de dos mil años que transcurrieron entre las dinastías Han (206 a.C al 220 d.C) y Qing (1644-1911). "Las aguas del Yangtzé inspiraron los mejores sentimientos y también el proyecto de una presa para controlar las inundaciones periódicas que originaban enormes pérdidas, las últimas en 1998 por valor de 2.000 millones de dólares", indicaron los responsables. El embalse frenará también mediante un sistema de filtros los 45 millones de toneladas anuales de sedimentos que arrastra el río desde el Himalaya tras su paso numerosas poblaciones y que, según los expertos, podrían aumentar en un kilómetro cuadrado cada medio siglo una de las islas de su desembocadura en Shangai. Con tecnología totalmente china, los técnicos que diseñaron la presa -con un muro de 2.310 metros de longitud y 181 de altura, en el que trabajaron 30.000 obreros desde 1994 y que obligó a desplazar a 1,2 millones de personas- se inspiraron en las de Iguazú (entre Brasil y Paraguay), Asuán en Egipto y el canal de Panamá. Arqueólogos estadounidenses fueron en los años veinte pioneros en descubrir el desarrollo paralelo de las civilizaciones Ba, Shu y Qin en torno al Yangtzé (el Río más Largo) y que hasta entonces se creían centradas en el río Amarillo. En sus cercanías y en tumbas de madera -entre ellas la del "marqués de Yi" (Zhen Hou Yi)- en las que milagrosamente el agua no penetró fueron encontrados los brocados en seda más antiguos del mundo, pantalones del mismo material en perfecto estado, pinturas y todo tipo de objetos de laca. También aparecieron intactas nueve clases y 125 piezas de instrumentos musicales del período anterior a la dinastía Qing, entre ellas el conjunto de 65 campanas de bronce que compone la escala de siete notas. La rica herencia cultural de más de dos milenios en una zona donde viven diez millones de personas animó a atraer el turismo al unirse las bellezas naturales y la gigantesca obra del hombre. EFE pc/msr |
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