SOCIEDAD AL DIA MULTIPLE	Diario Vasco	Pág.   Jueves, 18/12/2003 Autor: ANE URDANGARIN/
	«En algunos lugares del mundo, un litro de agua vale más que uno de petróleo»
	CARLOS FERNÁNDEZ-JÁUREGUI EXPERTO EN RECURSOS HÍDRICOS
	[4492 Caracteres] El técnico de la Unesco pretende concienciar a la sociedad acerca de la necesidad de racionalizar el uso del agua, un bien cada día más escaso ANE URDANGARIN/ PERSONAL Carlos Fernández-Jáuregui nació en 1950 en Sucre, Bolivia. Estudios: Se licenció en ingeniería en 1975 en La Paz. Amplió sus conocimientos sobre hidrología en la Universidad Técnica de Berlín y en el Instituto Americano de Hidrología. Desde 1985, imparte clases en Berlín y La Paz, así como en otras universidades en España, Italia y Estados Unidos. Unesco: Desde 1990 es coordinador del Programa Mundial de evaluación de recursos hídricos de la Unesco. Ha publicado numerosos artículos sobre la gestión del agua. El coordinador del Programa Mundial de evaluación de recursos hídricos de la Unesco, Carlos Fernández-Jáuregui, no se harta de repetir que el agua es un recurso finito y frágil. Un bien tan escaso como preciado que, en su opinión, lejos de generar conflictos, «es fuente de cooperación entre países». Fernández-Jáuregui ha participado en los encuentros que con motivo del Año Internacional del Agua Dulce se están celebrando en el Palacio Miramar. - Donde hay agua, hay vida. - Desde luego. Se ha comprobado que en los planetas o lugares donde hay agua, definitivamente hay vida. Por eso el programa mundial sobre el desarrollo de recursos hídricos de Naciones Unidas se llama Agua es vida. - Además de vida, y dada su escasez, también será una de las grandes causas de conflicto en el mundo. - Ya lo es ahora. Una semana antes de que se firmara el acuerdo de paz entre Israel y Egipto, en Camp David, se rubricó otro acuerdo sobre el uso de aguas. Hoy, entre Israel y Palestina también se negocia el tema del agua. En Naciones Unidas hemos comprobado que el agua no es una fuente de conflictos, sino de cooperación; antes de llegar a un acuerdo entre dos países, primero se negocia el tema del agua. - Ya hay países o lugares donde la carencia es tal que la situación es insostenible. - Sí, en lugares como el desierto de Atacama, en Chile, en el Sahara o en el nordeste de Brasil, un litro de agua puede valer más que un litro de petróleo. Tenemos que concienciarnos de que el agua es un recurso finito, escaso, frágil y que tiene un valor económico, social y cultural. - Pero como aquí sale del grifo con tal facilidad. - Es cierto que en los países más desarrollados se piensa que el agua sale del grifo, y son las zonas más pobres y áridas las que más valoran este bien. Lo que Naciones Unidas quiere es que todo el mundo sea consciente de la escasez, porque cada día que pasa la población va creciendo y hay menos agua en el mundo. - Así que hay que racionalizar su uso. - Por ejemplo, cuando nos lavamos las manos, sólo usamos el 7% del agua que sale del grifo; el sector agrícola usa el 70% del agua del mundo para el regadío, y de ese agua sólo el 18% llega a la planta. El resto se pierde. Se debería invertir en investigar nuevas formas de riego. - Siendo un bien tan necesario y escaso, ¿no existe el riesgo de que el agua se mercantilice? - Es uno de los grandes problemas del mundo. En los últimos 10 años, en Suramérica se ha transferido parte de la gestión de los recursos hídricos al sector privado. En algunos países se ha convertido en un bien económico y ha creado problemas con la gente más pobre, que no puede acceder a ese agua. Desde Naciones Unidas decimos que uno de los derechos humanos básicos es el acceso al agua libre. - ¿Qué futuro vislumbra con el cambio climático? - Está afectando. Sólo hay que recordar las inundaciones de hace unas semanas en Francia, las sequías del verano. En el mundo se nota el cambio climático. Lo que no sabemos es la magnitud del mismo. Debemos seguir investigando la incidencia de este cambio que ya no se puede ignorar. - ¿Está al tanto de la controversia que ha generado en España el Plan Hidrológico Nacional? - En Naciones Unidas creemos que cualquier plan de gestiones de recursos hidráulicos debe cumplir cuatro condiciones básicas. La primera es que el plan debe ser desarrollado por la comunidad, por los que toman las decisiones y los técnicos. Un plan nunca funcionará si no ha participado la comunidad. Además, estos planes se deben desarrollar utilizando como unidad de gestión la cuenca hidrográfica. Esto significa que, para mí, no deberían existir problemas entre provincias, entre departamentos o entre estados; hay que ver la cuenca como unidad de gestión.