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Tarragona General
Diario de TarragonaPág. 1  Miercoles, 14/05/2003

Autor: Jaume Garcia/Tarragona
 
    
 
La desembocadura del Francolí, nueva zona para aves 
 
  Concluye la creación de un hábitat para preservar su nidificación  
   
 

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El tratamiento integral del lecho del Francolí ha concluido. En su tramo final se ha llevado a cabo, por parte de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), la creación de un hábitat para proteger a las aves de un entorno muy utilizado por ellas, especialmente en periodos migratorios.
Así como en la zona superior del lecho el tratamiento ha sido pensado para su utilización como parque fluvial por la ciudadanía, a partir de los puentes del ferrocarril, cuando el río inicia su curvatura, el espacio quedará acotado exclusivamente para las especies de avifauna; ahí no podrá acceder la población.Para ello se han creado pequeñas islas artificiales y se han llevado a cabo unas obras con la intención de imitar los entornos naturales de las desembocaduras de los ríos, entornos de una gran riqueza biológica que sirven de reclamo para la nidificación y el hábitat de numerosas especies, como el martín pescador o el martinet blanco. Numerosas especies que se alimentan de gusanos también utilizarán la zona, según prevé el Departament de Medi Ambient de la Generalitat, que se ha encargado de la obra a través de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA).Una de las novedades que más ha llamado la atención a los ornitólogos es la presencia por vez primera en la desembocadura de una especie alada, el sistea, en su curso. Se trata de una ave que se alimenta también de gusanos y fue vista en marzo pasado, en lo que desde el punto de vista de los científicos supone un acontecimiento por su rareza.Curiosamente, las obras han provocado una desbandada de aves, que se espera regresarán a su lugar próximamente. La presencia de operarios y máquinas, así como la limpieza de la zona para el replante de arbustos y juncos que ha desertizado momentáneamente el entorno ha resultado en un abandono transitorio de la desembocadura por sus habituales moradores.A partir de los puentes del ferrocarril y siguiendo la curvatura a la derecha visto en dirección al mar que dibuja el inicio de la desembocadura, se ha dispuesto a mano derecha un zona de pedruscos. Siguiendo por el margen derecho se ha procedido a plantar césped rústico, más duro que el plantado río arriba. Y en medio del río, se han creado una serie de islas, unas sumergidas y otras emergidas. En estas últimas se ha plantado un conjunto de juncos y corrizas de arbustos. A continuación, y ya en el curso final del Francolí, se ha procedido al plantado de arbustos tipo sauzgatillo.La diversidad de arbustos y juncos tiene como misión recrear el espacio oportuno para las aves.El tratamiento del margen derecho finaliza en el puente para vehículos que utiliza el Puerto. Más all. se entra ya en el mar.Por contra, en el margen izquierdo no se han efectuado obras ya que la fuerza del propio río, al dibujar la curva, haría que desapareciese cualquier tratamiento y lo plantado fuera arrastrado aguas abajo.1.700 metros de obraLa mejora del río a su paso por Tarragona ha supuesto abordar una longitud total de 1.774 metros. Tienen su origen en evitar los daños que provocan las fuertes inundaciones. El proyecto de encauzamiento a base de empedrado y construcción de muros de contención nace, pues, a resultas de las fuertes avenidas de octubre de 1994. El Francolí había soportado importantes inundaciones a lo largo de su historia, especialmente en los años 1792, 1834, 1874, 1930 y 1994.¿Y la ave Francolí ?Pese a la nueva especie observada en la zona, la que no ha regresado y difícilmente lo hará es, curiosamente, la que le da su nombre: el Francolí es una ave utilizada desde la Edad Media en el Camp de Tarragona para la caza, pero los últimos ejemplares fueron vistos nada menos que a inicios del siglo XIX y en El Morell. Nunca más se supo de ellos, pese a que lograron bautizar el río.Las obras de mejora del Francolí han supuesto una inversión de 2,61 millones de euros y se ha llegado a realizar una maqueta a escala, que simulaba el comportamiento real del agua. Fue encargada a la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y mostrada a los vecinos de la zona. La obra ha sido dividida en tres partes: la zona fluvial, la de transición y la marítima. En la primera de ellas que discurre entre el puente de la Avinguda Roma y el del ferrocarril se ha adecuado el lecho para que el curso del río quede conducido por la escullera. Eso ha permitido acondicionar los laterales para levantar el parque fluvial. En el tramo final, y para evitar el desbordamiento, se ha optado por hacer más alto el muro.